Conduce Chile

Me siento super identificado con hartas partes de tu relato. Por mi parte, tanto mi pareja como yo teletrabajando con un nivel de exigencia moderada-alta, con tres críos en casa, uno de 13 super poco autónomo y dos de 2 hiper-demandantes. Eso hace que en la práctica nadie pueda trabajar concentradamente mucho rato, sino hasta las 21 horas aprox. De hecho si estoy despierto ahora es porque estoy laburando. La calidad del sueño se ha visto severamente afectada. Como ventajas, claro, es rico poder estar con la familia, eso es un acierto. También manejar menos, si bien me encanta manejar, cuando obligadamente tienes que hacerlo a diario por 100 kms. o más cabra un poco a veces. La reducción de costo en combustible es notable, aunque aumenta en otros combustibles mucho (parafina, leña, electricidad) y en comida me fui a la cresta jajaja, se duplicó el gasto en víveres.

En casa, en los pocos tiempos (o mientras cuido a las crías) también me ha dado por hacer hartas cosas en casa: pintar, instalar guardapolvos, mover la chimenea de lugar (con la consiguiente reparación del techo), poner teja asfáltica a la casa del perro, instalaciones eléctrica diversas, cambiar la distribución del living, hacer una suerte de canil, restaurar algunos muebles, quitar protecciones viejas de ventanas con esmeril, armar el huerto, regar con frecuencia y "bien" realmente, entre otras cosas. He aprendido a ocupar varias herramientas distintas este tipo. Me encanta aprender otras cosas que no sean trabajo intelectual. En otro pocos ratitos he estado aprendiendo a tocar piano. El tema es que pese a todo, el tiempo es muuuuuy poco para hacer todo, la incertidumbre y el estrés es fuerte. En mi caso, lo más angustiante son dos incertidumbres: 1) que se enfermen los críos (una de mis crías va por su tercer periodo de fiebre, me tiene preocupado) y 2) que tengamos que volver a trabajar presencialmente -sin necesitarlo, trabajo con escuelas y están cerradas- sin tener abierto el jardín para cuidar a las crías... y ni cagando las convierto en vector para pedirle a mis viejos o suegros que las cuiden, ellos si son población de riesgo.

De dulce y agraz la cuarentena. Hay días realmente difíciles, aunque me considero en un gran privilegio teniendo patio y estando algo alejado de la civilización, fue una gran decisión para pasar un apocalipsis zombie como este.

Tb. coincido en la pérdida de libertad

 Añoro mi vida "normal", que lo más probable no vuelva. Andar en metro, mirar gente, encontrarte con conocidos, amigos, desde que comencé a trabajar he sido callejero, ahora que estoy en la casa me he dado cuenta de que mucho de mi tiempo laboral pasaba en la calle, tribunales, notarias, conservadores, algún servicio público, no faltaba y si faltaba lo inventaba. Muchas veces me encontraba con amigos o conocidos, audiencias que aunque fueran fáciles igual uno se preocupa, las que tenía programadas las han suspendido todas,  siempre un café  con algún colega e indefectiblemente terminábamos hablando de derecho y un sin fin de cosas. Leyendo esto me di cuenta de eso.

 Aunque he podido conciliar medianamente bien el trabajo  con las labores de la casa, tengo un sin fin de proyectos en la casa que no he podido hacer, como pintar la caja de la escala, ya que, 2 de mis hijos son alérgicos y como no los puedo mandar a la casa de alguna tía por ej. no los quiero exponer al polvo que genera el wen lijado; arreglar el jardín; Hacer un par de arranques de enchufes que faltan, ni siquiera cambiar un puto foco del patio, en el Homecenter hay que hacer una cola enorme para entrar y en el Easy, que está más vacío no he encontrado lo que quiero.