esperar 35 años por lo menos le deberia haber sacado la cresta sin testigos al cura
estos curas...

SAN JOSE.- La vida de William Lynch se volvió una espiral sin control por 35 años desde que él y su hermano, dice, fueron abusados por un sacerdote. Lynch luchó con la depresión, pesadillas y trató de suicidarse dos veces.
Las autoridades de San José, California, creen que esa furia y el dolor estallaron en mayo pasado cuando el reverendo Jerold Lindner fue llamado a una sala de la casa de retiro en que vive y fue golpeado brutalmente en presencia de testigos en shock.
Lynch, de 43 años, fue arrestado el pasado viernes como sospechoso de asalto a mano armada por el incidente. Pagó 25.000 dólares como fianza y se declarará no culpable en una instrucción de cargos fijada para el próximo mes, dijo su abogado.
Según el informe de los investigadores, Lynch confrontó al religioso en la casa de jubilación Sagrado Corazón de los Jesuitas, en Los Gatos, California. En un instante el encuentro, Lynch las emprendió a puñetazos contra el sacerdote después de que éste dijera no reconocerlo.
En 1998 Lynch y su hermano menor interpusieron una demanda por 625.000 dólares en contra de la orden de los jesuitas de la Provincia de California, tras acusar a Lindner de abusar de ellos en 1975, durante un fin de semana de campamento en las montañas de Santa Cruz.
Según la demanda, los hermanos, de 7 y 5 en ese momento, fueron violados y forzados a hacerse sexo oral mutuamente mientras el religioso los observaba.
Lindner, de 65 años, ha sido acusado de abuso por casi una docena de personas, incluyendo una hermana, sobrinas y sobrinos.
Los investigadores han vinculado a Lynch con el ataque de mayo por registros telefónicos. Una media hora antes del episodio, una persona que se identificó como “Eric” llamó a la casa y dijo que otra persona llegaría en breve para informar a Lindner de la muerte de un familiar.
Tras el ataque, Lindner se dirigió por sus propios medios a un hospital y ha evitado el contacto con la prensa desde entonces.
Sin embargo, el religioso –que está retirado del ministerio y vive en la casa de retiro desde 2001- ha negado las acusaciones de abuso y tampoco ha sido acusado penalmente.
Su nombre aparece en dos demandas adicionales por abusos entre 1973 y 1985, de acuerdo con la Arquidiócesis de Los Ángeles. Los casos fueron incluidos en un acuerdo de 660 millones dólares alcanzado entre la Iglesia y más de 550 demandantes en el año 2007.
El reverendo John McGarry, vocero provincial de la Iglesia, dijo a la agencia AP que el padre Lindner se había recuperado y que reanudó su trabajo en la casa de retiro, donde ayuda a cuidar de 75 sacerdotes enfermos. No se le permite salir de la casa sin vigilancia, dijo.
"Como pueden imaginarse, hay una angustia emocional después de pasar por algo como esto", dijo el padre McGarry. "Él no ha hablado mucho sobre el incidente. Vive una vida tranquila de oración y servicio dentro de nuestra comunidad".
William Lynch, que no ha concedido entrevistas recientemente, dijo en 2002 al diario Los Angeles Times que había tenido pesadillas durante años, que había luchado contra la depresión y el alcoholismo, e incluso que había intentado suicidarse dos veces.
"Muchas veces pensé en conducir a Los Ángeles y hacer frente al padre Jerry", dijo Lynch. "Yo quería exorcizar toda la rabia, ira y amargura que tengo en mí. No se puede decir en palabras lo que este hombre me hizo. Se robó mi inocencia y destruyó mi vida".