Como en todo Melko, el vino francés de Burdeos, el whisky escocés, etc., siempre hay una DO que los sommeliers elevan a la categoria de mejor del mundo, y el marketing pisa fuerte en eso, pero la fama del Blue Mountain es de bien atrás, por lo menos de los años 40 ó 50. Y así es como mas recientemente se han redescubierto cepas como la Sidamo de Etiopía, el lugar de origen del café, donde los expertos quedaron asombrados de beber en una ruca un café servido rústicamente por los aldeanos que en Manhattan costaría 100 dólares la taza, por su calidad asombrosa. También cepas de Kenia, y hoy el café panameño goza de muy buena crítica. Concuerdo 100% en que como consumidores debemos estar abiertos a más opciones y no dejarse llevar sólo por el marketing.