Cito parte de los que señala Carlos Peña en su columna de hoy:
" Lo que caracteriza a la institución universitaria (al margen de cuál sea su tamaño, su fortuna o su antigüedad) es la vocación intelectual, el ánimo de asomarse a la realidad de su tiempo y de su época con la lupa, por decirlo así, de la razón. La universidad es la única institución social que hace de la reflexión su deber fundamental..."
" Es también ese ánimo racional que caracteriza a la universidad el que explica y a la vez justifica su permanente demanda de autonomía. Este es un rasgo que las universidades han reclamado siempre: ser autónomas de la Iglesia en el medioevo, luego del emperador, más tarde del Estado, hoy de los empresarios..."
" Pero, como tempranamente lo advirtió Kant, cuando las universidades reclaman autonomía, no lo hacen para que sus miembros adquieran franquía o licencia para hacer lo que les plazca. Lo hacen para someterse a las reglas del quehacer que justifica su existencia, y este es el ejercicio y cultivo de las virtudes de la racionalidad..."
" ¿Tiene razón, entonces, el rector de la Universidad de Chile -la más antigua y mejor de nuestras universidades- cuando reclama por lo que ocurrió en la casa central esta semana?
Por supuesto. Tiene toda la razón.
Pero solo la tiene a condición de reconocer, con igual énfasis, que la autonomía de la universidad está amenazada no solo cuando la policía entra a sus edificios o el mercado a su administración, sino también cuando los alumnos ocupan sus sedes por la fuerza o con amenazas, haciendo imposible que ella cumpla el deber que justifica toda su existencia..."