Vuestros nombres, valientes soldados,
que habéis sido de Chile el sostén,
nuestros pechos los llevan grabados,
lo sabrán nuestros hijos también.
Sean ellos el grito de muerte,
que lancemos marchando a lidiar,
y sonando en la boca del fuerte,
hagan siempre al tirano temblar.

Como dice Mirko, se necesita justicia para ambos lados y democracia por parejo. Sin eso, el día del copi superaremos las diferencias entre todos por esta coyuntura histórica.