No se por qué siempre terminamos comparándonos con países que nada que ver con nuestras realidades (además que EE.UU. es precisamente uno de los pocos países que tienen una gran cantidad de mecanismos de mercado en la educación). El ejemplo que están mirando los secundarios al menos es el modelo argentino de educación estatal, que en un país casi tan desigual como el nuestro logra entregar educación gratuita para la gran mayoría (y la disponibilidad de educación privada para el que pueda y quiera), además de un sistema de ingreso por bachillerato. Quizás está demás, pero también están muy estudiado los factores asociados a los resultados de aprendizaje (SIMCE, PSU) que tienen en casi un 70% de su varianza la influencia de factores externos a la educación misma o las capacidades, sino derechamente factores de origen (de barrio, socioeconómicos y culturales). Es decir, habla de "seso" en un país como el nuestro en el que la meritocracia no existe más que en el discurso en base a los resultados de pruebas estandarizadas, es un mal chiste.
Además que está muy estudiado el efecto que tiene el lucro sobre la educación, genera y amplifica la desigualdad económica y de capital cultural, promueve la competencia -muchas veces, sin regulación- de las instituciones. El mercado déjenselo a los retails y las exportaciones, pero meter mercado en educación, salud y previsión, es definitivamente pasarse por cualquier lugar los derechos y la seguridad social mínima. La misma OCDE en su informe del 2004 afirma que el sistema educativo chileno ha utilizado inadecuada y excesivamente mecanismos de mercado para ampliar la oferta educativa, con la consecuente generación de un sistema intencionadamente segmentado por clases sociales. O sea, sinceramente no se quién más puede defender el lucro en la educación -si es que algo sabe de educación, y no solo de mercadotecnia y/o economía-, además de los mismos dueños y rectores de universidades (es cosa de oir lo que ayer planteaba el profesor de la Universidad de Los Andes en el programa del TVN de la noche). El argumento de los que defienden el lucro es que siempre habrá lucro, sólo quieren transparentarlo. Eso es tan absurdo como que transparentaran las estafas que hizo La Polar y las permitieran por ley, porque todas las tiendas lo hacen. También, si investigan más allá de El Mercurio, se darán cuenta que hay harta evidencia nacional e internacional que explica por qué el lucro no ha podido mejorar la calidad de la educación. Lo quieran o no, las escuelas y las universidades están hechas inicialmente para reproducir proyectos ideológicos, del Estado, de grupos privados o de quién sea... pero no para ganar lucas. Ese es un invento chilean way.
En cuanto al financiamiento, yo no creo en la gratuidad para un país tan desigual en su distribución de ingresos como el nuestro, creo que es una medida regresiva que amplifica las diferencias económicas y de clase social. Creo más en una política de arancel diferenciado, que realmente es progresiva y redistributiva, para en un momento eventual de una sociedad más justa podamos siquiera pensar en educación gratuita.