El otro día venían unos viejos con unas tinajas de pintura. El metro se empezó a llenar, y cuando frenó las tinajas generaron el efecto zancadilla, y algunas viejas quedaron tan dobladas, que perfectamente podrían hacerse quebrado una pierna.
A algunos les cuesta ver el problema, hasta que no quedan las cagadas.
Me parece buena la medida. El santiaguino no tiene educación cívica, no sí quiera saben como andar con un paraguas en las escaleras y pasillos del metro.
PD: escribiendo esta wea, el teléfono se pegó el medio taldazo, a pesar de que Chunchos dice que los iphones no tienen taldazos.
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