El pucho es un vicio muy difícil de exterminar, yo perdí a mi madre hace 6 años por cáncer de pulmón producto del cigarro, ahora tengo a mi tía más querida con el mismo diagnóstico y metástasis internada en el Hospital del Torax, esperando la muerte.
Ni aun así soy capaz de dejar al Maldito.
Si ni la muerte rondando cerca es capaz de sacarte al menos un pucho de la boca, mucho menos lo hará una medida tan estúpida como la de prohibir la venta de cajetillas chicas.
Maldigo el puto día en el que fumé mi primer cigarrillo.
