Estimados: seamos claros y no estemos subiéndonos al carro de la desinformación, las Isapres no son prestadores de salud.
Las Isapres son financistas o de seguro si las quieren definir así (aunque de seguro poco tienen) dado que las prestaciones de salud las entregan por una parte el sistema público a través de los hospitales, CESFAM y centros de atención primaria entre otros, y por la otra el sector privado que entrega las prestaciones de salud a través de Clínicas, Centros médicos y médicos en sus consultas.
Por tanto Fonasa y las Isapres son organismos financieros que compran los servicios a los prestadores de salud, sean estos privados o públicos. Para aquellos que despotrican contra Fonasa aparentemente ignoran que también tiene libre elección y en lo que falla es en cubrir los gastos de hospitalización, donde aportan sumas irrisorias. Me consta que en muchas ocasiones en lo referente a consultas médicas de libre elección sus convenios con médicos son más favorables que aquellos de las ISAPRES.
Antiguamente existía el Sermena que administraba los recursos de los empleados públicos y empleados particulares y compraba los servicios de salud a prestadores públicos y privados. El sistema funcionaba muy bien y, por ejemplo, mis hijos nacieron en el Sanatorios Alemán en Concepción y la Clínica Central de Santiago. Todos los gastos fueron pagados por el Sermena y recibimos un excelente servicio.
Me parece buena la idea que exista un Fondo único de Salud, con un plan único y universal de prestaciones que cubriría las actuales prestaciones codificadas más aquellas del GES, eliminando de paso a las malditas ISAPRES que se quedan con una parte importante de nuestros aportes financiado con ellos una burocracia privada, con sueldos de altos gerentes, gerentitos, jefes y jefecillos y con utilidades bastante abultadas para sus propietarios.
Me da lo mismo si ese Fondo único lo administra un ente estatal o uno que sea con participación fiscalizadora de nosotros, los aportantes, pero basta ya que nos estén esquilmado mensualmente con planes que a pesar de ser suscritos en UF son reajustados anualmente bajo el pretexto que los costos de salud se incrementan más allá de del IPC. Al menos los sueldos de los médicos funcionarios de las clínicas, el personal paramédico y administrativo en un mentís a esa afirmación y para que estamos con cuento el mayor aporte tecnológico se ha visto compensado con la disminución de los lapsos de hospitalización, disminución de las licencias médicas y una población con mejor salud que se incorpora más tempranamente a la actividad productiva.
Slds