La cosa no es en blanco y negro.
El Estado de bienestar clásico es el europeo. Y se define por la garantía que hace el Estado sobre el acceso a salud, educación y pensiones. Estos tres derechos, garantizados plenamente por el Estado, resultan caros -crecientemente- de solventar. Se debe aumentar la carga tributaria y esta, como consecuencia, decincentiva la inversión y la creación de riqueza. El resultado para casi todos los casos es la "deslocalización industrial", vale decir, las empresas locales terminan emigrando a países con menores costos (laborales y tributarios).
Por otra parte, en diversos países del mundo existen versiones 'light' de un Estado de bienestar. Pero en sentido estricto no son Estado de bienestar. EEUU tiene educación escolar gratuita pero universidades pagas y bajas coberturas estatales en salud y pensiones. Nosotros tenemos educaciòn pùblica gratuita, cobertura de salud solo para sectores vulnerables y pensiones asistenciales para los no ahorrantes.
Noruega no sirve como ejemplo de nada. Son un caso que escapa a cualquier regla ya que su situación es excepcional e imposible de emular. Su estándar se debe a que es una población muy escasa en un país educado (desde hace rato), maduro demográficamente hablando y lleno de petróleo. Digamos que los noruegos viven con una pensión vitalicia gracias a riquezas petroleras que supieron administrar muy bien (básicamente porque esa riqueza les llegó cuando ya se habían desarrollado).
Para ser comparados, habría que meter a Noruega junto a Dubai o algun otro país así, pequeño y lleno de petróleo, con la diferencia que estos últimos están en un nivel de desarrollo distinto.
Creo que cada sistema tiene sus pro y contras, pero al final son las personas las que hacen que un pais sea grande o pequeño. productivo o improductivo, corrupto o impoluto.
Si y no.
Las personas funcionamos en el mayor de los casos bajo incentivos materiales. Salvo los santos o personas de una religión x que los hace especiales (como los calvinistas en la edad moderna) que trabajan sin pensar en la recompensa material, el general de la población lo hace por algo.