+1 a Dynamo.
No podemos tener mejor educación si el niño acude a la Ley para justificar sus acciones reprobables y quedar impune.
Entonces, puteemos a todos, luego vamos al tribunal a llorar.
En mis tiempos, recuerdo andar con el poto a dos manos por la cantidad de anotaciones negativas que habrían significado la no renovación de la matrícula. Hoy, el weón puede hasta quemar una garita de seguridad y es inimputable.
Insisto: mientras no se pague el costo de las acciones, nadie va a aprender nada en Chile. Y vamos a ser igual que México, donde en el corto plazo habrá muertos por granel debido a estos cabros convertidos en narcos; y el Estado, bien, gracias.