Cierto que estamos ante un fenómeno global, concitado por interné y sus plataformas sociales que nos sacan del carácter de masa.
Queda obsoleto lo que escribió sobre sociedad de masas, Jorge Millas en la década del setenta porque ahora somos masa pero tenemos además, donde comunicarnos y donde autoconvocarnos para actuar.
¿Y los partidos...?
Uno de los factores que está operando ahora, a escala planetaria, es lo que los siúticos llaman una nueva mutación social (el ambientalismo).
Es cierto que pesa, el hecho que además de todas nuestras necesidades energéticas, la gente quiere aportar a la conservación ambiental del planeta aunque eso signifique, no tener la mayor de las comodidades energéticas.
O sea, aunque el proyecto HidroAysén sea lo correcto ahora, lo más pragmático para no sufrir el caos energético que tenemos por delante, creo que la voluntad de la gente a nivel masivo es priorizar la conservación por sobre, la comodidad energética superando así la crisis que viene.
Pero en Chile no somos tampoco enfermos de ambientalistas, así que comparto la idea de que esto es más catarsis que otra cosa.
Estamos en el primer año y algo más, donde no hemos tenido el discurso adormecedor y legulello de la Concertación, desde La Moneda que lograba que la gente reclamara incluso a través, de sus propios dirigentes gremiales y sociales.
Pero sólo hasta pataleo llegaba la cosa, porque los mismos dirigentes que antes del 21 de mayo se ponían, la camiseta de los gremios y trabajadores luego sencillamente, postergaban cualquier demanda urgente porque, "no es el momento compañero para exigir estas demandas, pero será sólo por un tiempo".
Ahora sin mamá Bachelet, ni dirigentes maestros en el arte de correrse por la tangente, la gente no ha encontrado otra forma de expresarse por falta de interlocutores partidistas, que autoconvocarse vía redes sociales tras la más transversal de todas las demandas: el medio ambiente.
Mientras la Concerta vive aun su duelo, las redes sociales hierven de ideas y convocatorias justamente en el entorno, que menos frecuentan ahora los partidos políticos chilenos...