Bueno, es re fome, pero ahora veo a mi cleta con otros ojos y me gustaría compartirla.

Corría la época navideña del 2007, y mis viejos nos prometieron a los 3 hermanos que nos regalarían 1 bicicleta a cada uno. Dicho y hecho, tras un paseo por los diversos locales de San Diego, salimos con cletas. En mi caso, me hice acreedor de una flamante Jamis Ranger SX nuevecita de paquete (foto referencial, es idéntica):

La cleta en sí era espectacular, hecha en aluminio 7005, muy liviana y relativamente rápida, a pesar de estar orientada al "offroad" y no a velocidad. Pasó el tiempo, y la "magia" del regalo se desvaneció, la sacaba muy de vez en cuando a hacer paseos cortos por acá cerca. Tenía un problema con la goma protectora de rayos, que tenía el hoyo para la válvula de la cámara muy chico y era frecuente que rajara cámaras

, así que menos motivación para usarla.
Un día, un tío, cletero aficionado, me la pidió para usarla. Accedí, ante el escaso uso que yo le daba y la posibilidad de que le diera uso y no se deteriorara con las inclemencias del tiempo. La recuperé el año pasado, tras como año y medio de uso bajo sus manos, con la idea de empezar a usarla más. Me la entregó con neumas pisteros y una botella de agua, pero igual con ciertos desajustes, como la manilla de freno trasero con un recorrido muy muy largo, pero en general en buenas condiciones. Efectivamente andaba más rápido con los pisteros, pero andaba más inestable en caminos de tierra. Igual, temerariamente, intenté trazar una ruta cuando de pronto se me ronceó muy bruscamente la rueda trasera, la cleta voló casi a ras de piso y yo terminé en un suelo maicilloso, habiéndome sacado cresta y media en el brazo izquierdo. De hecho, me quedó una cicatriz de ese episodio. A las semanas, mientras andaba en mi casa, se quebró una polea tensora de la pata de cambios. Intenté repararla, pero no funcionó. Y ahí quedó la Jamis, abandonada a su destino en la bodega...
...hasta que por estas fechas, me dieron ganas de retomarla. El jueves le compré la pata nueva (temí un sablazo, pero me salió muy barata), neumáticos "offroad" y sus respectivas cámaras, puños nuevos (estaban para la historia), un sillín prostático (tenía uno normal más duro que la cresta), cadena antirrobo y un computador con rapidímetro, odómetro, odómetro parcial y reloj. La pata y los neumas los montó un técnico (temí mandarme un condoro con la pata), y aparte hubo que centrar una llanta, que estaba muy alabeada. Saliendo del taller, me sentí más feliz que la cresta montando mi chancha de nuevo, recordando viejos tiempos. Pasé a una bomba, le puse la presión correcta y llegué a la casa a montar los puños, y con la ayuda de mi cuñado instalamos el computador. Mayor felicidad aún al probar el computador

, salí a andar 7,5 kms y volví emocionado, parecía niño de 5 años con un regalo del viejo pascuero.
Ahora espero andarla más, me siento motivado en haberla rescatado del olvido y espero pasear harto en ella, es una tremenda solución para transportarse localmente, no gastas nada más que ponchera y te olvidas de los tacos

Creo que el siguiente upgrade serán pedales de aluminio, y a lo mejor neumas mejores. Ahí veré.
Eso, quería compartir mi alegría con ustedes, y ahora espero encontrar otra cleta para moverme por San Felipe, en compañía de la bruja
