En los viajes aéreos estoy de acuerdo con la concepción Dynafachística de que la hotelería no importa.
Me da lo mismo si la azafata es linda y simpática, o si la vianda es gourmet, o si el ambiente es cálido, o si Barney aparece dando espectáculo. Es más, si los asientos son estrechos habrá alguna forma de acomodarse.
Para mí lo primordial ante todo es que el avión despegue, vuelve y aterrice
como corresponde.
Y si para ello el avión se tiene que dar N vueltas antes de aterrizar, aplaudo, ya que el piloto es responsable de los pasajeros.
Para Sao Paulo, el piloto del Gol que nos tocó dio vueltas durante 1 hora antes de aterrizar porque había tormenta eléctrica. Nadie en el avión se le pasó por la cabeza decir que el piloto era inexperto o mamón, debe ser porque no había mucho chileno.
Si tienen protocolos serán porque decenas de accidentes fatales han entregado una lección, y si existe al menos una disciplina humana donde no tropezamos nuevamente con la misma piedra, aplaudo.