Si uno va a Chillán e intermedios mejor viajar en tren, mucho más espacio, se puede parar a caminar cuando quiera, todo es mucho más amplio. Puede pedir atención a su butaca, almuerzo, cafetería, bebidas. Todo servido en una bandeja que se despliega del asiento de adelante. Si reserva con anticipación, puede conseguir asientos que dan a una linda mesa donde se puede desde comer hasta jugar al naipe o leer el Mercurio del domingo. Ir al baño no requiere ponerse un perro de ropa en la nariz, instalaciones limpias, todo en acero inoxidable, tan grande es el baño que hasta una tina de cuerpo entero cabría. Si lleva guagua, la puede mudar en los mudadores que encuentra inmediatamente al lado de los baños. Todos los coches llevan aire acondicionado y calefacción, en clase preferente tiene conexión a internet y punto de carga para celulares y otros dispositivos. La tripulación de cabina normalmente está compuesta por hermosas señoritas y atentos varones, siempre en alerta ante cualquier requerimiento que se le antoje.
Demora al menos 30 minutos menos que el bus.
El pasaje es más barato.
El tren mantiene los mismos precios todos los días del año.
Mucho más seguro. Si llega a cruzársele un camión puede llegar con él pegado en el enganche delantero hasta Chillán, usted no se daría ni cuenta.
Aún así muchos no conocen el servicio, prefieren la cagá incomoda e insegura del bus, pagan más, demoran más y llegan acalambrados hasta las orejas.
Odio los buses.
Saludos.