En un restaurant de ciudad de méxico el chef ´prepara tu comida a la vista del cliente... yo soy muy dado al ají, lo como mucho y tengo una cierta tolerancia porque nunca me parece que un ají pique demasiado. Un ají verde es un chiste, se corta en rebanadas con todo lo que viene dentro, un poco de oliva y pa dentro, manjar de los dioses aunque nadie más en la mesa coma un poco siquiera y me miren con cara de espanto.
Decía que en mexico este chef me dice si quiero probar el ají no se cuanto y accedí. Era un ají chico entre rojo morado y verde y me dice, le pondré un poco y me llamó mucho la atención que cuando tomó el ají con una pinza y lo comenzó a preparar para añadirlo a mi plato lo hizo siempre con cara de susto y echaba la cabeza para atrás cada vez que lo cortaba, parecía que manipulaba una bomba y nunca lo tocó con las manos porque dijo era terrible. ese ají llegaba casi al millón en la escala esa.
Le puso un poco a mi plato y sí, era harto picante la cuestión.