
El ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, rechazó en forma categórica el mapa que
el gobierno de Bolivia regaló, -en forma de un reloj de mesa-, a las delegaciones que asistieron a la pasada Cumbre del G-77 en Santa Cruz, puesto que el “detalle” muestra como propio el territorio perdido por el país altipánico tras la guerra de Pacífico.
“Esta sorprendente representación cartográfica constituye un
gesto inamistoso hacia nuestro país, que además contradice las seguridades que entregó el gobierno de Bolivia en el sentido de no introducir elementos ajenos a la agenda de la Cumbre G-77”, dijo Muñoz, quien anunció una nota de protesta, a La Tercera.
Por su parte, el canciller de Bolivia,
David Choquehuanca, había señalado que el situar a la Región de Antofagasta como territorio de Bolivia “nos tiene que recordar que nuestro mar es irrenunciable”.
