El karma es un concepto oriental que significa que toda acción que hacemos, genera una reacción con lo cuál se podría decir que es la contraparte metafísica, del concepto acción-reacción de la física.
Basándose en este concepto de que nosotros generamos con nuestras acciones, consecuencias que luego nos afectan se explica el otro concepto: reencarnación.
Como nuestra vida genera consecuencias, al terminar nuestra existencia esas consecuencias nos llevan a la próxima vida para enfrentar un ámbito de circunstancias, que son el resultado de las circunstancias que nosotros generamos en la vida anterior.
Seguimos existiendo desde el punto en que la abandonamos, pero ahora rodeados de las consecuencias que nosotros mismos desatamos.
Cosechamos lo que hemos sembrado ("siembra vientos y cosecharás tempestades").
Para equilibrar el karma debemos generar sólo consecuencias, que sean manifestaciones de paz a nuestro alrededor.
Entonces trascendimos la dimensión de encarnación y reencarnación.