Abusando del título de esta sección del foro, les cuento mi dilema.
Ya hace 15 años atrás dejé a la que fue mi polola más querida, por lejos, por culpa de una depresión no diagnosticada. Tal vez por lo joven que era, y porque las enfermedades mentales no eran un tema muy bien abordado en esa época, solo desaparecí, en lugar de tal vez haber pedido ayuda. Pero nunca la molesté ni la volví a buscar, aunque quedé con la idea de que le debía al menos una explicación. Después de ella nunca volví a tener una relación igual, así de incondicional, ni de cerca.
En fin, el tema es que entiendo que a estas alturas ella está casada, con al menos un hijo de calculo uno 12-13 años. El año pasado me junté a almorzar con un par de amigos, uno de ellos justamente el que me presentó a esta polola en mis años de universidad. No pregunté por ella, pero en algún momento él mencionó que su marido era medio raro y siempre andaba como enojado. No seguí con la conversación.
Pero hace ya un par de meses, por algún motivo la he recordado mucho, incluso en sueños. No crean que soy de esos que cree que los sueños predicen algo ni nada por el estilo. Pero por curiosidad contacté a mi amigo por WhatsApp, me saludó y todo bien, pero cuando le pregunté por ella, no me respondió más y además activo los mensajes que se borran solos.
Eso me dejó colgado, estoy pensando en mandarle un mail para saludarla y preguntarle cómo está, nada más. Seguramente ni siquiera responda pero bien en el fondo, tengo una pequeña esperanza, y dejaría todo tirado por intentarlo de nuevo con ella.
¿Qué opinan?