Cuando trabajaba en Providencia, me era imposible tomar el metro en la mañana. Estoy en la estación Príncipe de Gales de la línea 4, así que al final optaba por la micro, no iba tan llena y no tenía que hacer cambio de línea. Pero al final, sacando cuentas con la Jefa, vimos que era más barato ir en auto, la pasaba a dejar a su pega y me iba a la mía.