y se transmite como las ondas de radio, debido a eso, nosotros influimos sobre el mundo con nuestra mente.
Los pensamientos y las emociones son vibraciones, ondas o energías que ciertos aparatos pueden registrar. Los electroencefalogramas son una prueba tangible. Esas vibraciones pueden llegar a otras personas, sin importar que estén muy lejos. Esto también está comprobado, la telepatía es un fenómeno asociado a ello.
Ciertos experimentos han mostrado que los pensamientos positivos (alegría, amor) hacen bien a quienes los emiten y a quienes los reciben, incluyendo animales y plantas.
Masaru Emoto es un científico japonés nacido en Yokohama.
Él descubrió que si ponemos agua frente a nosotros y pensamos cosas positivas o negativas cerca de ella, luego la congelamos y después observamos y fotografiamos sus cristales mediante un microscopio, veremos que el agua irradiada con pensamientos positivos forma bellos cristales:

Consecuentemente, queda claro que las emociones y pensamientos negativos hacen daño a quienes los emiten y reciben, y que a la larga enferman y causan infelicidad. Recordemos que nuestro cuerpo es agua en un 75%
De acuerdo con eso, tener "depresión" significa irradiar energías dañinas para nuestro entorno, para quienes nos rodean y para nosotros mismos. Entrar en estados de ira es enviar energías de violencia hacia todo nuestro medio ambiente, afectando a personas, animales y plantas. Odiar significa convertirnos en contaminadores de la ecología del alma, cosa que debería interesarnos tanto o más que la ecología de los biosistemas, porque ella depende de que el hombre esté sano en su alma. Si no lo está, los biosistemas tampoco lo estarán porque el hombre será un depredador.
Es por eso que el optimismo, el pensamiento positivo, la esperanza, la fe, las oraciones, los deseos de bien, las meditaciones y visualizaciones creativas, la paz entre las personas y entre los pueblos, todo ello hace bien a todo y a todos, independientemente de las ideas políticas, filosóficas o religiosas de quienes emiten tales pensamientos o energías positivas.
De allí la tremenda necesidad de que prestemos más atención (ya veremos por qué destacamos tan importante palabra) a nuestros pensamientos y nuestras emociones, ya que por lo general no nos damos cuenta de las miles de ideas negativas que pasan por nuestra cabeza durante el día, ni de la multitud de sentimientos negativos que nos asaltan, tantos, que luego no tenemos memoria suficiente para recordarlos todos, debido a ello preferimos pensar que "no existen".
Pero sí que existen, y nos demos cuenta o no, ellos lanzan su energía a la ecología del alma.
Este curso es para que comencemos a prestar atención a nuestros pensamientos y emociones y lo constatemos. Y cuando lo hayamos constatado y comprendido que la falta de vigilancia sobre nosotros mismos no nos conviene porque no nos atrae situaciones positivas sino negativas en todo sentido, aparte de contribuir en el daño hacia la ecología del alma, sólo entonces podremos comenzar a practicar el arte de elegir consciente y voluntariamente nuestros pensamientos y emociones, de manera que nos alejen de toda negatividad y nos atraigan todo el bien.
El curso, totalmente gratis, aquí:
http://www.natwisdom.org/