El otro día me pasó algo similar, estaba en una fila para pagar unos productos y antes de mí había una señora que sí, léanlo bien, estaba pagando con monedas de 500 pesos. Tenía un tremendo lío porque ella contaba X cantidad, y los niños de la caja contaban Y cantidad. Luego de varios minutos cuando pagó, y me tocó mi turno, el niño salió a buscar las tarjetas de garantía extendida a otra caja porque no las encontró, volvió como 5 minutos después para darse cuenta que estaba abajo de la registradora. Todo esto, en una tienda atiborrada de personas comprando juguetes por el día del niño.
¿Qué hice yo? Me relaje, le tiré tallas a mi señora, le di besitos, le tiré tallas al cajero, siempre con una sonrisa de oreja a oreja, pagué mi producto, lo llevé al auto. Cuando iba saliendo le di la pasada a otro vehículo que iba a virar, llegué a casa y me puse a jugar en el PC.
Me ahorré un disgusto, una úlcera y hasta me salió algo de pelo en la cabeza.
La vida es muy corta, para estar todo el tiempo refunfuñando por las cosas más nimias como perder 10 minutos, si, 10 MINUTOS en una cola.
