Se agradece la prudencia en la reflexión.
Veo claramente elementos de discurso marxista que permearon mucho. Veo también, obviamente, descontentos varios. Veo también un discurso muy extendido que pretende del Estado una serie de prestaciones. Veo en suma, de manera evidente, un trabajo en el campo de las ideas muy profundo, con claros componentes marxistas y sin contra-relato. Eso virtud del comunismo y defecto de la derecha acomplejada.
Ahi creo que tienes un error conceptual que podria explicar lo que estamos hablando y tu perplejidad. Pensar que el estado de una serie de prestaciones no es un pensamiento de matriz marxista, aun cuando el marxismo aplicó esa estrategia de desarrollo y la tiene dentro de sus ideas fuerza. Los estados de bienestar tienen componentes ideológicos e históricos que van mucho más allá del marxismo, aunque éste sea un factor. Los primeros estados de bienestar (como el aleman) son fruto de una matriz ideológica socialcristiana conservadora, y su desarrollo se da históricamente en países capitalistas liberales, por fruto de la interacción de desarrollo económico capitalista, presión social organizada (que en ese entonces si era ideológicamente marxista) y gobiernos de diversas ideologías ( incluyendo marxistas democráticos, pero también mucha democracia cristiana y gobiernos liberales clásicos). Hoy en día los estados bienestar del mundo estan en países capitalistas liberales y sobreviven aún cuando fueron reformados para hacerlos más ligeros/eficientes en la época de oro del neoliberalismo. Es un lugar común en los historidores del siglo XX decir que el estado bienestar europeo es el fruto de la negociación entre la élites capitalias, el estado y los trabajadores organizados para garantizar estabilidad político-social al proceso de desarrollo capitalista, en un contexto de guerra fría y de amenaza simbólica de la URSS ( nunca real, porque europa quedó siempre bien lejos de la URSS y bien protegida por EEUU). El escualido estado bienestar chileno del S. XX fue construido a partir de las leyes sociales de inicios del S. XX ( de matriz conservadora y liberal), del estatismo pragmático de Ibañez, que de marxista no tenia nada, del liberalismo progresista de partido radical ( que se alió con el PC y los marxistas en un inicio, pero luegó los terminó por prescribir), del liberalismo progresista de la Alianza para el progreso de Kennedy, del progresismo comunitarista socialcristiano democrata cristiano y solo al final, de la expansión estatal hipertrofiada de la UP. Atribuir a "los marxistas" la demanda de un estado que alivie las tensiones y temores de una clase media precarizada es un error de lectura importante a mi gusto.
A mí me parece que el FA anda completamente perdido en lo que pasó en la calle. Me parece que no lo esperaban, que pretendieron liderarlo y que fracasaron. Y tal fue su fracaso que, para todos los efectos prácticos, el FA se acaba de desintegrar. El PC claramente entiende mucho más de esto, porque están cosechando cosas que ellos han estado plantado por años.
Siendo votante FA, concuerdo con el análisis respecto al FA, pero no respecto al PC. No veo al PC cosechando nada realmente, la Mesa de Unidad Social, donde el PC tiene algo de peso, tiene un peso marginal en todo el proceso, aun cuando es prácticamente el único interlocutor que tiene el gobierno y eso le da cierto valor. También pienso que aún no esta claro que tiene futuro político: quedarse dentro del FA más moderado y seguir actuando dentro de la institucionalidad, o más bien quedarse en los márgenes más cercanos al estallido y de la superioridad moral. Yo creo que los grupos que se salieron del FA pueden crear liderazgos carismáticos con peso (como Pamela Jiles, a la que hay que ponerle mucho ojo creo yo, no compartiendo para nada su manera de actuar políticamente), pero eso significa quedarse pululando en la izquierda marginal y testimonial y por tanto sin mayor influencia política si no es en momentos de conflictividad social.
También veo claramente que hay ciertos discursos completamente falsos e infundados que ciertas personas han ido instalando a propósito. Negar que en 30 años haya disminuido la pobreza, negar cosas tan elementales como que hoy en día casi cualquier joven puede estudiar una carrera universitaria y hace 30 años eso era absurdo. Negar derechamente el progreso material de Chile en los últimos años, lo cual es absolutamente ridículo en todo sentido, pero igualmente se lo niega, se repite la idea y, absurdamente, la idea queda. No sé, yo me acuerdo de Chile hace 30 años, y éramos infinitamente más pobres; no son sólo cifras, lo es en todo sentido. Yo era muy chico, pero me acuerdo de la pobreza en las calles (calles de barro, sin colectores de aguas lluvias porque casi no había), familias pobres, hambre... cosas que hoy se ve poco objetivamente hablando. Nadie muere de hambre hoy en Chile, hace 30 años todavía sí.
Obviamente que en 30 años no todo son luces. Espiritualmente, Chile no creció; en culturas, religión, artes, yo no veo avances reales. La familia chilena casi no existe. La cohesión social anda por las pailas.
Concuerdo en esto. Siempre he criticado ese tipo de discursos falsos, pero debo decir que me muevo en un mundillo on-line izquierdoso, y no he visto realmente esos argumentos. Obviando la exageración, lo que he visto es mucho rechazo al abuso, mucho enfasis en las violaciones a los DDHH, mucho énfasis en la desigualdad, mucho subrayar las miserias del sistema, pero no el decir que chile es más pobre o que se viva peor que antes.
Yo creo que el problema esta en el hecho de asumir que basta solamente con progreso material, y es justamente lo que marcas en tu ultima reflexión. Las personas no miran su vida solo siguiendo la pirámide de Maslow ( que dice que lo que primero y más pesa son las necesidades básicas de sobrevivencia y menos las de significado), sino que en muchos casos, es al revés, tu a través de una mirada subjetiva y contextual valoras lo que tienes, sobre todo cuando ya tienes más o menos resueltas esas necesidades.
Yo creo que el problema es un problema político/moral más que económico. Chile progresó, y mucho, pero el sistema político y las élites fueron incapaces de adveritir los problemas que empezaban a emerger: aumento de la desconfianza, disminución de la participación política, aumento del endeudamiento en los hogares, competitividad insuficiente de los mercados, baja productividad laboral, segregación urbana acelerada, aumento del narcotráfico, precariedad y estrés ante los momentos clave de la vida como la enfermedad, la educación de los hijos, la vejez. Toda esa serie de problemas complejos fueron ignorados por las élites en muchos casos en su conformismo ( o negativa de verlos), y en otros casos, como implicaban hacer transformaciones al sistema considerado como el ideal ( el neoliberalismo suavizado que tenemos), enfrentaron férrea oposición política y/o fueron imposibilitadas por la estructura institucional heredada de la dictadura. Alguien dijo por ahi: teníamos una economía, pero no una sociedad, teniamos elecciones e instituciones, pero no política de verdad. Es una exageración, pero creo que por ahí va la cosa.
Y encima de una sociedad cada vez más lejos de la política, que es la que procesa los conflictos de manera pacífica e institucional, se cayó el mito de la excepcionalidad chilena: apareció la corrupción en todas las esferas del estado, incluyendo a los políticos, pero tambipen a las fuerzas armadas y la policía, apareció la corrupción empresarial y se reveló que nuestro sistema tendía al oligopolio en muchas áreas claves, apareció el abuso sexual en la iglesia, y en muchos casos, no hubo un castigo ejemplar para los abusos cometidos. Nuestras instituciones no funcionaban como se nos hizo creer.
en suma: Demandas sociales de clase media+política vista como inservible y corrupta, sin legitimidad (léase, incapaz de procesar los conflictos sociales)+ descrédito ético de las élites y del mercado. Si le agregamos la incompetencia política del gobierno, el que los tiempos mejores no llegaron nunca ( en eso no tiene culpa piñera, pero si es responsable de prometer algo riesgoso dado el contexto internacional) y el significado simbólico del presidente ( porque él encarna a la perfección el modelo y lás élites que lo gobernaron)... .. creo que la receta gruesa ( porque hay mil detalles que pueden escaparse) cuadra.
Sobre las pensiones, creo que el modelo francés es un mal modelo para mirar, es una versión modernizada del sistema de pensiones chileno anterior a la dictadura. La solución "de derecha" viable para chile es el modelo australiano: pensión básica solidaria para casi todos ( en australia es el 25% del salario medio, serian 230 lucas en chile)+ sistema de AFP con ajsutes parametricos razonables. Y nunca he logrado que gente como tu o Bozon me acepten como una propuesta viable o negociable, aun cuando es una propuesta ideológica neoliberal y contraria a lo que yo pienso.
Justamente creo que la discusión que hemos tenido ya varias veces (perdón por usarte de ejemplo personal, no es una burla sino un ejemplo) pero creo que ilustra perfectamente el punto de por que estamos como estamos.
Tus reflexiones sobre el problema de las pensiones son razonables técnicamente, y ponen énfasis en un elemento esencial de un buen sistema de pensiones, pero estan marcadas por una visión tecnocrática rígida e impermeable a la política y a la subjetividad de las personas. Tu lógica de pensamiento en ese punto es exquisitamente neoliberal, y de primacía a criterios económicos por sobre todas las cosas. El problema es justamente ese.
El problema de las pensiones, para las grandes mayorias, no es sólo un problema de plata, es un problema existencial. Es gente que salió de la pobreza, que ahora entró al ciclo del consumo y vive mejor que nunca, incluso si su nivel de vida es precario, y que sabe que cuando jubile no podra pagar las deudas que le queden y quedará reducido a la pobreza, o bien que deberá trabajar mucha más de lo que pensaba, si es que logra mantener su trabajo tan viejo.
Tu has apuntado a que la culpa no es de las AFP, que la culpa puede ser de las personas, que irresponsablemente no ahorraron, y yo te retruco, que en muchos casos la culpa no es tampoco de las personas, porque ellas no son culpables de la inestabilidad laboral, de los bajos sueldos, de la baja cotización, del aumento de la esperanza de vida, de la discriminación laboral de las mujeres, todas cosas que el sistema por su estructura, hace pesar directamente sobre el individuo ( aunque la gente muchas veces no lo sepa así). Hay muchisimos casos de personas de clase media ( algo asi como el 50-60%, segun la estadistica que se mire) que no son objetivamente culpables de las bajas pensiones. Y la gente, le da la culpa a las AFP por obviedad.
Ese es el estado de ánimo que se generó. Ante la demanda social, incluso antes de que adquiriera la imagen de NO+AFP y un sistema de reparto, las élites hicieron el mismo análisis que haces tu: La culpa es de las personas, o bien, tal como nuevamente haces, se pusieron a calclar ajustes paramétricos: sabe, tiene que jubilar más tarde, tiene que cotizar más. tiene que cotizar si es independiente la gente rechaza y cuando hace 20 años la solución podía haber funcionado, los políticos no lo hacen en su momento, y en eso tienes razón, pero también tienes que considerar que por mucho ajuste paramétrico que tu hagas, el hecho de que las AFP traspasan a las pensiones de cada individuo las desigualdades del sistema laboral, hace que ese remedio se claramente insuficiente en el largo plazo. Pero mi punto es que un problema existencial no puede ser solucionado solo con ajustes paramétricos, y menos dándole la reponsabilidad a la gente que no la tiene.
Bachelet incorporó el pilar solidario, y fue un escandalo: que es populista, que es insostenible en el tiempo y esto la gente nolo entiende simplemente, y tampoco se satisface a la gente porque es objetivamente poco.
Aparece entonces, desde 2011, una demanda por solidaridad en el sistema o su eliminación y de nuevo las élites responden: es imposible, carece de sostenibilidad económica en el largo plazo. Puede ser cierto ( aunque no es cierto en todos los casos), pero no responde al problema que se ve primero, de la angustia existencial y el descredito social de las AFP. Y la respuesta sigue siendo la de los ajustes paramétricos, que es cada vez más imposible de poner políticamente, y cada vez más inútil desde el punto de vista técnico.
Hoy, en que la mayoría de la gente esta jubilando con pensiones muy bajas, se pide que la pensión mínima solidaria sea más alta, ni si quiera tocando a las AFP y su negocio, además de su valor fundamental para los mercados financiero nacionales, y de nuevo la cantilena tecnócrata: que es insostenible en el tiempo, que es muy caro, que hay que subir los impuestos y eso es malo para la economía, que es populista, cosas que hemos discutido aca varias veces igual.
El resultado de esta dinámica (que creo es la que esta la base de todo) es triple: por un lado, como la tecnocracia economisista neoliberal, que es la escencia de nuestro modelo, es incapaz de resolver el problema, ya que pone por delante de los problemas políticos los problemas económicos, la política se neutraliza y cae en el descrédito, por otro lado, al mantener el problema social dando vuelta por años, genera resentimiento y malestar social que se acumula, y tercero, daña totalmente la legitimidad del sistema de pensiones privado, visto por la gente como abusivo o una estafa, cosa que no es cierto, pero lo parece.
En suma, como nunca fue posible construir una alternativa políticamente viable y económicamente sostenible al problema, y es lo que ha emergido una y otra vez en nuestras discusiones, porque en la reflexión tecnocrática neoliberal la política no es un factor a considerar, sino una distorsión, una irracionalidad, arrastramos el problema eternamente y hoy terminamos en el peor de los mundos: con un sistema de AFP que genera un problema social grave, considerado un icono de abuso, robo e injusticia, y una situación política, social y económica que hace muy dificil hacer una reforma razonable y sostenible