Aprovechando que las Navidades traen el infaltable tema de "recuperar el verdadero sentido de la Navidad”, y dejar de lado las fiebres consumistas asociadas con esta época, queremos recordar cual es el verdadero origen de estas fiestas de fin de año.
Nuestros antepasados europeos trajeron con ellos las creencias y costumbres de sus tierras, surgidas en aquel hemisferio. Entre ellas, la más importante era la Navidad. Una fiesta cuyo origen está en el Solsticio de Diciembre, que en el hemisferio norte corresponde el momento en el que el Sol alcanza su máxima latitud sur, en su movimiento aparente en el cielo, producto de la combinación de los movimientos de rotación y traslación de la Tierra, y la inclinación de 23,44 grados de su eje con el eje de la Eclíptica (equivalente a lo que vivimos en Sur para el Solsticio de Junio).
El resultado es que los antiguos habitantes de las naciones celtas y germanas de Europa, antecesores de nuestros antepasados, veían como el Sol alcanzaba su máxima inclinación hacia el sur del cielo, generando una época de frío y desolación en la naturaleza. Sin embargo para los días del Solsticio, el Sol de pronto detenía en ese viaje hacia el sur, para quedarse unos días recorriendo la misma zona del cielo, apareciendo y desapareciendo en el mismo lugar,para luego comenzar su retorno hacia el norte. Dando inicio al renacer de la naturaleza y anunciando la pronta Primavera.
Ya sea para lograr que el Sol regresara desde el sur o frenar su desplazamiento hacia las regiones australes, los antiguos pueblos de la Edad de Piedra de Europa, realizaban grandes ceremonias durante la época del Solsticio de Diciembre, con sacrificios de todo tipo y el encendido de grandes hogueras.
Este impresionante evento astronómico fue aprovechado luego por el cónsul romano Julio César para establecer el comienzo del año en esta época, cuando verdaderamente se iniciaba un nuevo ciclo de la naturaleza: el Nacimiento de un Año Nuevo, la Natividad. Todo ello 46 años antes del nacimiento de Jesús de Nazareth, cuando este gobernante estableció el calendario que nos rige hasta ahora.