A propósito, hace años que atiendo una empresa que algunos informáticos de acá la pueden conocer ya que es mas o menos importante en su área, Tuxpan. La primera vez que llegué a atenderlos fue por un llamado de ellos a raíz de un contacto que teníamos en común y fui recomendado. Tenía que hablar directamente con uno de los socios y en ese entonces era una mujer, muy carismática por lo demás. Ellos se habían instalado en un edificio de respetables metros cuadrados ya que pertenecía a la ex clínica Los Castaños de Viña.
Cuando llegué me topé con muchas oficinas con mucha gente trabajando pero de una manera totalmente distinta a la que uno está acostumbrado ver en otras empresas. Las pintas no solo eran simples sino que en algunos casos hasta estrafalarias, barbudos con pelo largo, chalecos chilotes , con los piés puestos en el asiento del lado y tecleando concentrados como locos, pero todo relajado, con una música ambiental de esas relajadoras, mucha decoración en la onda maya y azteca y la recepcionista muy agradable, que te hacía sentir como si estuvieras llegando al mejor spa del mundo.
Llegué a la hora indicada e inmediatamente le avisó a la socia. No me hizo esperar ni un minuto haciéndome pasar de inmediato. Me tutea de entrada agradeciéndome por haber ido y junto a eso me hace ver que además le gusta la forma en la que me visto ya que eso reflejaba la personalidad de las personas y era ad hoc a lo que Tuxpan inculca a sus "colaboradores" (en esa empresa la palabra "empleados" está prohibida como también la corbata).
Luego me ofrece un café y llama por citófono tuteando a una mujer pidiéndole por favor que traiga dos cafés. Llega la señora que además es la que prepara los almuerzos en la cocina y aprovecha de hacerle una pregunta a Silvia (la dueña) , tuteándola también como si fueran grandes amigas.
Cuando se fue la señora , Silvia me dijo que así eran las cosas en Tuxpan, no solo está prohibida la corbata sino que también el trato de usted y eso va desde la Gerencia hasta la cocinera.
Hace tiempo que dejé de atenderlos porque después yo mismo les recomendé que por el tamaño del edificio les podía salir mas a cuenta contratar una empresa externa, cosa que hicieron pero contrataron a una empresa condicionando que para sus instalaciones solo debían utilizar mis productos
. A la larga la empresa de aseo terminó comprándome para las instalaciones del resto de sus clientes también
Y eso era querido diario