Mascherano, acapara hoy todos los elogios tras las semifinales ganadas ante Holanda.
Para la historia quedará la jugada en la que, en el último minuto, salvó un gol cantado de Robben en el área pequeña. 'Masche' se estiró, logró tapar el tiro de Arjen con Romero batido y se quedó dolido en el suelo unos minutos.
Así lo explicó tras el partido: "
En esa jugada me abrí el ano y por eso sufrí tanto dolor. No quiero ser grosero, pero fue así", explicó a la TV pública. Y redondea la explicación de la jugada: "
Fue virtud mía, porque Robben me dio una posibilidad más. Me hace ganar un segundo más a mí. Cuando él toca, pierde un segundo y yo lo gano. Lo que hice que yo lo habría hecho cualquiera. Para estar en una final necesitás esa pizca de suerte".
El jugador del Barça está convencido de que "
esto pasa una vez en la vida y hay que aprovecharlo".
