Conduce Chile
General => De Todo Un Poco => Mensaje iniciado por: JABV en Junio 14, 2012, 08:15:14 am
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Creo que a todos nos cae......
La Muerte de la Conversación
(ver video incluido al final de la página)
"Acabo de leer en internet que a la entrada de algunos restaurantes
europeos les decomisan a los clientes sus teléfonos celulares. Según la
nota, se trata de una corriente de personas que busca recobrar el placer
de comer, beber y conversar sin que los ring tones interrumpan, ni los
comensales den vueltas como gatos entre las mesas mientras hablan a
gritos. La noticia me produjo envidia de la buena. Personalmente , ya no
recuerdo lo que es sostener una conversación de corrido, larga y profunda,
bebiendo café o chocolate, sin que mi interlocutor me deje con la palabra
en la boca, porque suena su celular.
En ocasiones es peor. Hace poco estaba en una reunión de trabajo que
simplemente se disolvió porque tres de las cinco personas que estábamos en
la mesa empezaron a atender sus llamadas urgentes por celular. Era un caos
indescriptible de conversaciones al mismo tiempo.
Gracias al celular, la conversación se está convirtiendo en un esbozo
telegráfico que no llega a ningún lado. El teléfono se ha convertido en un
verdadero intruso. Cada vez es peor. Antes, la gente solía buscar un
rincón para hablar. Ahora se ha perdido el pudor. Todo el mundo grita por
su móvil, desde el lugar mismo en que se encuentra.
No niego las virtudes de la comunicación por celular. La velocidad, el don
de la ubicuidad que produce y por supuesto, la integración que ha
propiciado para muchos sectores antes al margen de la telefonía. Pero me
preocupa que mientras más nos comunicamos en la distancia, menos nos
hablamos cuando estamos cerca.
Me impresiona la dependencia que tenemos del teléfono. Preferimos perder
la cédula profesional que el móvil, pues con frecuencia, la tarjeta sim
funciona más que nuestra propia memoria. El celular más que un
instrumento, parece una extensión del cuerpo, y casi nadie puede resistir
la sensación de abandono y soledad cuando pasan las horas y este no suena.
Por eso quizá algunos nunca lo apagan. ¡Ni en cine! He visto a más de uno
contestar en voz baja para decir: "Estoy en cine, ahora te llamo".
Es algo que por más que intento, no puedo entender. También puedo percibir
la sensación de desamparo que se produce en muchas personas cuando las
azafatas dicen en el avión que está a punto de despegar que es hora de
apagar los celulares. También he sido testigo de la inquietud que se
desata cuando suena uno de los timbres más populares y todos en acto
reflejo nos llevamos la mano al bolsillo o la cartera, buscando el propio
aparato.
Pero de todos, los Blackberry merecen capítulo aparte. Enajenados y
autistas. Así he visto a muchos de mis colegas, absortos en el chat de
este nuevo invento. La escena suele repetirse.
El Blackberry en el escritorio. Un pitido que anuncia la llegada de un
mensaje, y el personaje que tengo en frente se lanza sobre el teléfono.
Casi nunca pueden abstenerse de contestar de inmediato. Lo veo teclear un
rato, masajear la bolita, y sonreír; luego mirarme y decir: "¿En qué
íbamos?". Pero ya la conversación se ha ido al traste. No conozco a nadie
que tenga Blackberry y no sea adicto a éste.
Alguien me decía que antes, en las mañanas al levantarse, su primer
instinto era tomarse un buen café. Ahora su primer acto cotidiano es tomar
su aparato y responder al instante todos sus mensajes. Es la tiranía de lo
instantáneo, de lo simultáneo, de lo disperso, de la sobredosis de
información y de la conexión con un mundo virtual que terminará acabando
con el otrora delicioso placer de conversar con el otro, frente a frente".
Lo anterior va de la mano de este breve y elocuente video:
http://www.wimp.com/disconnectconnect/
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Interesante punto de vista, el que has posteado JABV.
En mi caso, aunque aún soy estudiante, apenas suena el celular, lo corto, y devuelvo la llamada después. Aunque no falta el compañero que sale echo una bala a contestar el teléfono, y muchas veces interrumpen las clases.
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En mi caso tengo smartphone, pero sin internet, llegando a la casa lo actualizo con el wifi.
NUNCA contesto el telefono cuando converso con alguien, a menos que sea un pariente y me llame de inmediato la 2da vez... en la familia eso significa urgencia.
En el bus de la tarde a veces me tocan esos wones que hablan a todo chancho por telefono arreglando el mundo o hablando de sus negocios. Apenas cortan, llamo a mi señora y le digo en voz alta "NO TE PODIA LLAMAR PORQUE UN WON QUE LLEVO CERCA ESTABA GRITANDO AL TELEFONO"... como dicen las viejas "Santo remedio", no molestan más con sus llamadas estupidas.
Otras veces cuando hablan por celular a toda voz, me paro al lado y me pongo a escuchar lo que hablan, me dicen "es privado" a lo cual respondo "no se nota por el volumen de tu voz" y sigo parado al lado.... siempre lo hago con minas, nunca un won que me pueda pegar un combo.
En la pega, tengo prohibido a los contribuyentes hablar por telefono, los mando kgdo pafuera de inmediato y cuando dejen de hablar que vuelvan al escritorio, siempre y cuando no este atendiendo a otra persona.
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en las reuniones que yo lidero dejo que suene el mío pero bajo. Si suena respondo según quién sea. Si a alguien le suena, sale de la sala y responde afuera si es urgente, hay ubicación. Si es reunión de equipo se atiende a hí mismo pero calladito. Si yo no soy el que lidera la reunión, un directorio por ejemplo, mi teléfono queda absolutamente mudo y mala suerte si llamó el papa para discutir doctrina de la fe, tiene que esperar igual que me desocupe.
Cuando vino el boom de las Blackberry, a todos los gtes nos entregaron una hubo problemas porque era común que en medio de la reunión la gente mensajeara o mandara correos... cómo no se le puso fin ni se "normó" en un comienzo.. llegó el día en que de 10 wns 7 estaban cabeza gacha escribiendo... y les llegó un luma de esas memorables. Ahí ya se hizo un código de conducta en el uso de los celulares en reuniones.
No creo que nadie aguante que le quiten el celular por ir a comer a un restaurant...