Como ya conté en otro tema, no vi nada del festival, pero me ha llamado la atención esta polémica, y creo que todo se reduce a que este Morrisey se cree un dios. El podrá comer y vestir como se le dé la gana, pero no es quien para imponerle sus costumbres, ritos y caprichos a los demás como si fuera una religión de la cual él es el dios al que hay que respetarle sus mandamientos que en su superioridad nos dicta para iluminarnos.
Si yo fuera conductor del festival habría dicho que mi contrato no me prohibe usar zapatos de cuero así que no me los saco. Y si me echan para rendirle pleitesía al imbécil que se cree un dios, se viene la grosa demanda por incumplimiento de contrato contra chantavision.
Por mí, el tal Morrisey se puede ir a la con......dre. A todo esto no lo conozco ni en pelea de perros.