Cuando el Estado, que es quien debe protegerte, aplica políticas de tortura, exterminio y extrañamiento de sus opositores, la cultura y evolución del Derecho nos ha enseñado y así se ha establecido, que la acción penal para perseguirlos es imprescriptible.
Existiendo aún procesos abiertos en Chile, que se iniciaron recién en 1998, procede que estos concluyan y se establezcan las respectivas responsabilidades.
De más está decir que gracias a los conscriptos de la época, a quienes se les ha eximido o aminorado la pena por la obediencia debida, han surgido la mayoría de los testimonios que permitieron establecer la verdad material de lo que ocurrió.
Por motivos laborales, lejanos absolutamente de lo ideológico, he tenido conocimiento personal de esas causas y de verdad, es escalofriante.
P.D. No soy rojo, no soy de izquierda, no odio a los militares, ni nada parecido, simplemente no concibo la idea de que alguien pueda ser asesinado, torturado o encarcelado por pensar distinto, más aún si es culpa de agentes del Estado, que esté en manos de un gobierno sea de derecha o de izquierda.