Nueva Zelanda declaró a un hombre demasiado gordo para vivir en el país
Albert Buitenhuis, un sudafricano de 50 años, ya no puede seguir viviendo en Nueva Zelanda por culpa de su obesidad. Con un peso de 130 kilos, las autoridades del país consideran que puede ser un riesgo para los servicios sociales.
Albert lleva más de seis años trabajando en el país y, al querer renovarse el visado de trabajo, su peso se puso en medio. Llegó con su esposa tres años más joven que él a Nueva Zelanda en el año 2007, cuando su peso era de 160 kilos, pero nadie le dijo nada al respecto. Ahora se enfrenta a la deportación.
“Hemos renovado los papeles cada año y nunca hubo problemas. Nunca mencionaron el peso de Albert o su salud (…) Es irónico que ahora pese menos que cuando llegamos por primera vez y tras su primer examen médico, que fue aprobado por las autoridades de inmigración” declaró su esposa Marthie a EFE.
La Oficina de Inmigración explicó que, actualmente, Albert corre un considerable riesgo de sufrir males como la hipertensión o la diabetes y que “es importante que todos los inmigrantes tengan un nivel de salud aceptable en Nueva Zelanda”.
