Me recordó cuando a mi hija le regalamos el note book o a mi hijo la guitarra que quería. No se lo esperaban, porque el trato era que pasaran el 6,4 o 6,0 respectivamente para obtener su regalo y ninguno de los dos llegó a la meta por un par de décimas. Que cabros mas contentos, sobretodo, porque en mi familia no somos de gastar mucha plata en regalos.
