Esa norma sería otra flagrante violación a la Constitución, porque al final, el Congreso está tomando decisiones ejecutivas y está poniendo al presidente como si fuera su primer ministro (estamos en un sistema presidencial). Me viene a la mente lo que pasó con Balmaceda... eso terminó bastante mal. No veo que con un Congreso de tan mala calidad como el actual y con una presidencia tan débil como ésta pueda haber un escenario mucho mejor.
Dicho sea de paso, la aprobación de esta reforma constitucional (inconstitucional por otros motivos) deja de manifiesto que era posible reformar la constitución... Tanto así que ayer se aprobó este proyecto con 2/3 en el Senado, es decir, incluso podrían haber metido esto en la sección sobre derechos fundamentales y ahí sí que nadie pensaría que esto podría ser objeto de un requerimiento ante el TC (como sí ocurre ahora).
Tiene pinta que esto decantará a mediano plazo en un régimen semipresidencial o en una revuelta/revolución/rebelión que no logro imaginar. Históricamente, me parece que Chile siempre ha funcionado mejor con un emperador a la cabeza que con un presidente debilitado... nuestros presidentes de 1833 a 1873 podían hacer casi cualquier cosa (dicen que el emperador de Brasil, al ver la Constitución chilena, habría exclamado que "este sí que es un emperador, al lado de esto, yo apenas soy un presidente). De ahí vinieron un par de decenios medio decadentes, pero soportados económicamente por el boom del salitre. Y ahí en 1890, fue elegido Balmaceda para "ordenar", se metió en una gresca con el congreso, guerra civil y el inicio del período parlamentario, que fue objetivamente muy malo para Chile, con presidentes que valían menos que un paquete de cabritas.
En 1925, precisamente porque iba todo muy mal, se cambió la constitución por otra que reforzaba la autoridad presidencial, aunque en términos de una constitución bastante mínima. Eso dio un cierto orden a Chile, aunque entremedio tuvimos la república socialista, un par de golpes de estado, etc etc...
No sé, yo no soy historiador, pero veo que cada vez que perdemos nuestro rey (sea como sea que lo llamemos) y lo reemplazamos por un cuerpo colegiado (sea como sea que lo llamemos también), Chile va para atrás. Sería interesante estudiar esto mismo para el período anterior a 1833, considerando que Chile tiene 300 años de historia antes que esa fecha.
La reforma sólo fue posible porque es transitoria y porque existe presión ciudadana fuerte sobre el tema, que es un tema de lucas, de sobrevivencia y de rechazo al actuar de las élites. En cualquier otra circunstancia nuestra constitucion es irreformable. Baste ver cómo le fue a Bachelet no más.
Sobre el tema histórico que planteas, creo que lo equivocado está en poner el foco en la estructura institucional y no en las condiciones socio-políticas del momento. La clave de estos ciclos es la tensión élite-masas y cómo se relaciona con la estructura institucional vigente.
El parlamentarismo chileno fue un fracaso que llevó al presidencialismo de nuevo porque fue incapaz de adapatarse a las condiciones socio-políticas de su momento, esto es la emergencia del proletariado urbano y minero y de las clases medias urbanas como actores políticos cada vez más importantes. Es el surgimiento de la política de masas. Las grandes protestas por leyes laborales y sociales comenzaron en 1900, la primera ley social, la de la silla llegó recién en 1914, y las bases del sistema de seguridad social sólo se pusieron en 1924, bajo presión de los militares. Y eso se debe atribuir a la incapacidad de la élite del momento de entender que debían hacerse reformas por las buenas antes de que las reformas llegasen por las malas, en forma de crisis político-social. A eso se le suma la crisis del ciclo del salitre. El hecho de que la política partidista si tenía energía ( la emergencia de los partidos marxistas obreros y liberales de clase media) es la gran diferencia entre ese momento y ahora.
La figura de Alessandri es una figura ambivalente. Por un lado, representa a alguien progresista dentro de la élite, de posición privilegiada, pero no de origen aristocrático, que fue el primero en capitalizar la enorme distancia social entre la élite política y las masas cada vez más politizadas. Es el primer político de masas exitoso, algunos lo llaman el primer populista chileno de éxito.
Representaba la posibilidad de hacer reformas dentro del sistema aprovechando esa energía. Su gobierno fue un fracaso en el sentido de que no pudo cumplir sus promesas. El parlamento le hizo la vida imposible, en su incapacidad de entender que la política de fronda aristocrática ya no tenía sentido. Al final, Alessandri pudo cumplir lo que prometía en materia de leyes sociales sólo porque los militares progresistas hicieron un golpe de estado. Otras lecturas sobre Alessandri lo consideran mas bien un contenedor de la energía social. En la práctica, si uno mira lo que pasó en su gobierno, las posibilidades de una resolución realmente radical en lo político fueron contenidas por él y los militares, por ejemplo, en desechar la constitución de una asamblea constituyente y realizar la constitucion de 1925 a partir de un grupo de expertos. O por los momentos de gran represión de protestas que hubo.
Y al final, la situación socio política se desmadró tanto, gracias a la crisis de 1929 y a la acción de los militares, que el sistema empezó a funcionar recien en 1932, y luego de momentos de enormes sacrificios económicos y sociales y de gran represión.
En suma, el presidencialismo post 1925 es un presidencialismo adaptado a la política de masas, que en la practica termina canalizando y conteniendo la energía política de la sociedad. Otro elemento clave que explica el S XX chileno es un pacto intra elite: el estado podrá modernizar, industrializar y politicar a las clases populares y medias urbanas, pero no tocar el campo. Ese pacto se quebró con la reforma agraria, puerta que abrio EEUU y Alessandru. El presidencialismo post 1980 no tiene esa capacidad, porque la institucionalidad actual esta diseñada para limitar la capacidad de la política de cambiar la realidad.
En ese sentido, la situación actual del sistema de pensiones y otros pilares del modeo chileno siguen similar lógica a la de principios del siglo XX: sabemos del problema hace 20 años, ha habido masivas protestas en los ultimos 10, y la clase política no ha podido/querido hacer nada. Tenemos una clase política oligarquizada y sin raigambre social, con nula confianza ciudadana. Y todo eso, ocurrió en el contexto de un sistema presidencial. Al final, el problema no es tanto la estructura basal del sistema político, el problema es que la élite política es incapaz de encauzar las demandas y problemas sociales a través de las instituciones y estan estallan por fuera. Y esto esta agravado en el hecho de que la estructura presidencialista actual es muy rígida y nuestra constitución tiene un sesgo ideológico importante, lo que dificulta aún más las cosas, ya que genera una política sin poder real ( la gracia de la constitucion de 1925 era su flexibilidad ideológica y adaptabilidad). Y tenemos la desparición de los clivajes ideológicos del siglo XX y la falta de raigambre de los partidos políticos y organizaciones sociales más estructuradas como factores nuevos que hacen impredecible la situación.
Hace unos días me vengo preguntando si Lavín será algo así como un nuevo Alessandri.........