Esta explosión social se venía incubando desde hace años por los muchos y distintos abusos a que hemos sido sometido todos los habiltante de nuestro país. El escándalo del financiamiento de la política y el término sin culpables a sus financista y sus beneficiarios, la colusión de los pollos, la de las farmacias, de las empresas de buses extraurbanos, el escándalo de las Isapres y las clínicas, la mala calidad de la salud, la carencia de medicamentos y material en los hospitales, la pésima calidad de la educación pública, los sueldazos de los representantes del congreso y su pésimo ejercicio, los escándalos en el Ejército y Carabineros, los problemas en la Araucanía, el actuar de muchos jueces que liberan a los delincuentes con una palmadita en el hombro, las pensiones de hambre, todo lo anterior conforman una mínima parte de una larga lista atribuible a todos los gobiernos, desde el mentado regreso de la democracia, como también aquellas de años anteriores.
Soy el mayor de los foristas, pronto cumpliré los ochenta años y no es la primera vez que veo este tipo de explosiones sociales. Siendo yo un niño poco más de siete años la casa de mis padres fue allanada a fines de los años cuarenta durante la revolución de la chaucha. A inicios de 1957 como estudiante del Instituto Nacional viví en carne propia los disturbios de la llamada Batalla de Santiago que se inició a partir de las protestas de los estudiantes por el aumento del pasaje escolar a lo que tras la muerte de una estudiante terminó con la muerte de muchas personas en un oscuro incidente en el cerro Santa Lucía. Agrego los saqueos que obligaron a decretar estados de sitio después del terremoto del año 1960, más los saqueos y disturbios después de los movimientos sismicos y tsunami del año 2010, y así en adelante.
Siempre es lo mismo, un gobierno del color que sea que responsabiliza a sus opositores de los disturbios y saqueos y una oposición que culpa al gobierno de turno de los mismos males al no dar respuesta oportuna a los requerimientos planteados. A lo anterior se agregan personas que con una carencia de argumentos e ignorancia sublime muy livianamente opinan y les es imposible no distinguir las reales causas que impulsa a una población a protestar del actuar de saquedores y delicuentes.
Este gobierno para mí ha actuado con una distancia kilométrica de la sociedad civil, con un olfato político desastrozo, con ministros totalmente desubicados que hacen alarde de una ignorancia y prepotencia esquisita a través de sus respuestas a los requerimientos.
En general nada nuevo bajo el sol. Nadie en su sano juicio alienta y justifica los saqueos y destrozos pues son propios del actuar de delicuentes, del lumpen. Pero abramos los ojos y las mentes, acá existen muchos motivos para protestar. En mi caso me subieron las contribuciones en porcentajes muchísimos más allá de IPC, el TAG y las autopistas me atraganta junto el alza de los combustibles y la electricidad, mi cuenta de supermercado aumenta y me aproblema y me echan el cuento de un IPC 0. Por esos motivos y muchos más estoy a favor de las protestas, eso sí sin saqueo ni daños a la propiedad pública y privada.
En este momento acá en Rancagua, pronto en Santiago y seguramente después en todos el país comienza la protesta de los camioneros por el alza de los combustibles y las autopistas, es pacífica, no son comunistas ni izquierdistas, muchos empresarios. Ojalá no sea infiltrada por delincuentes.