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“Entre los artefactos de calefacción más utilizados en nuestro país, las estufas tradicionales a parafina son las que presentan las mayores emisiones de monóxido de carbono y material particulado fino”, informó hoy el subgerente del área Energía Sustentable DICTUC, Fabián Hormazábal, al dar a conocer un ranking de contaminación intradomiciliaria según tipo de estufas de uso común en Chile, el cual se elaboró en base a mediciones de laboratorio de distintos artefactos que combustionan dentro del hogar y que no tienen ducto de evacuación de gases al exterior.
El estudio reveló también que las estufas a parafina, independiente de su tecnología, son las que generan las mayores emisiones de dióxido de azufre (SO2), en tanto las estufas modernas a parafina son las que presentan las mayores emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
Entre otros resultados, se puede ver que las estufas usadas tienden a presentan mayores índices de emisión de material particulado fino que las nuevas, sin importar el combustible utilizado o la tecnología del artefacto.
Estudio inédito
Bien es sabido que durante los días más fríos del otoño e invierno se presentan los períodos más críticos de contaminación ambiental externa. Sin embargo, durante estos días también se utilizan por varias horas los artefactos de calefacción doméstica. Más aún, en días de alerta o preemergencia ambiental se recomienda no salir de las casas, sin considerar que dentro de los propios hogares pueden existir concentraciones elevadas de contaminantes debido al uso de estufas “sin chimenea”, las que incluso pueden resultar más riesgosas que las que existen a nivel externo.
En nuestro país, la utilización de artefactos a combustión de llama abierta para calefacción es una práctica muy común, lo que inevitablemente trae consigo el problema de la contaminación intradomiciliaria. Esta situación motivó a DICTUC –a través de su área Energía Sustentable– a implementar un “Observatorio del Medio Ambiente Domiciliario” (OMAD), con el objetivo de determinar un indicador de las emisiones contaminantes que generan diferentes artefactos de calefacción al interior del hogar.
Los artefactos de calefacción residencial que se evaluaron en este segundo estudio son los siguientes:
• Estufa convectiva a gas natural, nueva y usada
• Estufa convectiva a gas licuado, nueva y usada
• Estufa radiante a gas natural, nueva y usada
• Estufa radiante a gas licuado, nueva y usada
• Estufa tradicional a parafina, nueva y usada
• Estufa moderna a parafina sin mecha, nueva y usada
• Estufa moderna a parafina con mecha, nueva y usada
• Brasero a carbón
Para el resto de sistemas o artefactos –como calefacción central, eléctricos y estufas fijas con ducto de evacuación de gases al exterior–, se consideró nula generación de emisiones intradomiciliarias.
Mediciones OMAD
El indicador OMAD —Observatorio Medio Ambiental Domiciliario— se calcula a partir de las mediciones de laboratorio, considerando las concentraciones medidas en la cámara de pruebas para un nivel de ventilación dado, a partir de lo cual se estima la concentración que se alcanzaría en una habitación de 50m3, con un nivel de ventilación equivalente a 1 cambio por hora. Para el caso de los gases, se compara la concentración anterior con la recomendada en el Decreto Supremo Nº594/1999, del Ministerio de Salud, que “Aprueba Reglamento sobre Condiciones Sanitarias y Ambientales Básicas en los Lugares de Trabajo”, y se asigna un valor entre 0 y 10 para cada contaminante. Para el caso del PM fino, se compara la concentración con un valor de referencia de 10 ug/m3 y se asigna un valor entre 0 y 10.
Con ello se definen categorías, dependiendo de los valores resultantes del OMAD según lo siguiente:
0 Óptimo
0 - 2 Regular
2 -10 Malo
> 10 Peligroso
Cabe enfatizar que en Chile no existe normativa para la concentración de contaminantes intradomiciliarios; sólo existen valores de referencia o recomendados.
Principales resultados de las mediciones efectuadas
Las mediciones de los artefactos se realizaron en una cámara de ensayos de 19,8m3 con nivel de ventilación de 2,3 cambios por hora. Los parámetros medidos fueron las concentraciones de CO, SO2, NOx y PM fino registrados al interior de la cámara mientras los artefactos se encontraban en operación a potencia máxima. Para medir la concentración de los respectivos contaminantes se utilizó un analizador de gases y un equipo de monitoreo de material particulado.
Entre los gases contaminantes producidos por artefactos de calefacción a gas o parafina “sin chimenea” destacan el monóxido de carbono (CO), el dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógenos (NOx), mientras que entre las partículas respirables se encuentran las gruesas y las finas.
El material particulado (PM) es una compleja mezcla de pequeñas partículas sólidas y pequeñas gotas, tales como ácidos, compuestos orgánicos, metales, polvo, entre muchos otros. Los efectos de las partículas sobre la salud de las personas están directamente relacionados con el tamaño que éstas tengan. Partículas con un diámetro superior a 10 micrones se denominan como “no respirables”, ya que no son capaces de entrar al sistema respiratorio. Por su parte, las partículas con un diámetro igual o inferior a 10 micrones se consideran como “respirables”, pudiendo llegar hasta los alvéolos pulmonares y la sangre, si es que su diámetro es inferior a 2,5 micrones (PM fino). Así, mientras menor es el tamaño de las partículas mayor es el daño.
Para el caso del PM fino, en el estudio se compara la concentración con un valor de referencia de 10 ug/m3 y se asigna un valor entre 0 y 10. En este sentido, las estufas a parafina con tecnología tradicional y usadas son las que presentan mayores niveles (3,6) y las siguen las que usan el mismo combustible pero con tecnología moderna, con mecha y también usadas (3,1). Las que menos emiten PM son las estufas convectivas nuevas, ya sea a gas natural o licuado (0,4). Cabe hacer notar que en las mediciones dentro de la cámara se presenta el aumento de PM fino al utilizar cada artefacto debido que el ambiente suele contener una cantidad no despreciable de PM fino, aun cuando no existan artefactos a combustión.
El monóxido de carbono (CO) es un gas incoloro, inodoro e insípido, cuyo principal efecto sobre las personas es la disminución de la capacidad de oxigenación a nivel pulmonar y celular. Este gas, en elevadas concentraciones, puede causar vómitos, intoxicaciones e incluso la muerte.
Según el OMAD, las estufas con mayores niveles de CO, luego del carbón que presenta 72,9, son las a parafina de tecnología tradicional usadas (3,2) y nuevas (2,3). Entre las que menos CO emiten están las a parafina con tecnología moderna, sin mecha y las convectivas a gas.
El dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx) son gases que irritan las vías respiratorias, reducen la función pulmonar y aumentan la vulnerabilidad de las personas a adquirir enfermedades como resfríos o problemas broncopulmonares. Si bien en altas concentraciones estos gases no causan una muerte rápida como el monóxido de carbono (CO), la exposición por tiempos prolongados puede generar complicaciones respiratorias severas, especialmente si se trata de niños o ancianos. La exposición a elevadas concentraciones de óxidos de nitrógenos (NOx) puede producir accidentes cardiovasculares e infartos agudos al miocardio en adultos.
En el caso del SO2, las estufas que muestran mayores concentraciones son las que usan parafina, independiente de la tecnología, sea tradicional o moderna. Estas últimas también presentan los más altos niveles de NOx, junto a las convectivas a gas natural y GLP.
http://www.lasegunda.com/Noticias/Nacional/2011/05/645637/Estufas-a-parafina-mayor-emision-de-Particulas-Finas-Contaminantes-dentro-del-hogar