Faltó exigirle que al regreso del castigo exhiba un certificado extendido por un psicólogo que avale que se está tratando porque un compadre que le da por morder a otro tiene una pifia grave en el mate, y si lo hace en un estadio con 50.000 testigos no quiero pensar que cagada tendrá en su vida privada ese compadre.
Patadas, combos, empujones etc en un partido son "normales" pero morder como forma de agredir solo lo he visto en novelas que tratan de asesinos psicópatas. "Dragón Rojo" de Thomas Harris por ejemplo.