Me tocó hacer un asado con una niña que quería carne a la Inglesa, y otro la quería como carbón.
Efectivamente, en gustos se rompen moldes.
Menos con Dynafacho porque el siempre come lo mejor, toma el mejor café, hace los mejores viajes. El resto somos todos borregos de publicaciones internacionales que nos hacen comprar vinos caros.