viejo,
hay dos clases de remate: los judiciales y los otros (onda macal, tia rica, tattersall, etc); solo a los primeros la ley les atribuye la facultad de transferir el dominio aun cuando antes hayan tenido problemas. En cambio, un remate en una casa de remates es solo una venta al mejor postor, pero al no hacerla un juez te hace correr el riesgo de que luego no puedas inscribir el vehículo; en ese sentido, cuando el que ofrece el auto es un juez el auto se remata liberado de cualquier defecto legal que tuviera (falta de papeles a nombre de aquel a quien le remataron, prendas que tuviera, etc).
comprar un auto en un remate judicial puede ser un gran negocio, pues generalmente salen a una fracción de su valor, pero esos remates son escasos, se hacen en tribunales, y solo se anuncian en los clasificados "judiciales" de los diarios.