Les paso el dato en mi experiencia como abogado de la tesorería:
cuando uno compra un auto en un remate normalmente piensa que por ese hecho quedará libre de todas las prendas, embargos, o prohibiciones que pudiera tener el auto.
pero no.
comprar autos en remate es un cacho cuando el auto tiene varios embargos; ello ocurre porque si un acreedor lo saca a remate, y no notifica a los otros el auto sigue con esas otras trabas (que es lo que normalmente sucede, pues si los cita, además de tener que gastar en notificaciones, se arriesga a tener que compartir con ese otro acreedor el producto del remate).
encima, cuando uno se compra auto en un remate y tiene embargo de la Tesorería, por una disposición interna, la Tesorería se declara incompetente para alzar el embargo que ella misma ha dispuesto, razón por la que debe pedirse el alzamiento ante el tribunal que ordenó el remate; pero como normalmente no se citó previamente a la Tesorería, entonces no se producirá el efecto deseado (de que se alce el embargo): o sea, será un comprahuevos entre el tribunal y la tesorería, lo que solo podrá solucionarse con abogado, y luego de un largo weveo.
consejo: SIEMPRE, pero SIEMPRE compren un certificado de anotaciones vigentes del auto que van a comprar, y por cada embargo que tenga, descuéntenle 500 del valor a pagar; en serio, es un cálculo conservador.
espero serle útil a alguien con éste consejo.