Grande Margaret. Junto con Ayn Rand, las mujeres con más cojones que la historia reciente ha visto y que no han tenido igual entre la manga de gallinas con pantalones que abunda hoy en la política y en la filosofía.
«Algunos socialistas al parecer creen que las personas deberían ser números en un ordenador del estado. Nosotros creemos que deberían ser individuos. Todos somos distintos. Nadie, gracias a Dios, es idéntico a otro a pesar de lo mucho que los socialistas intenten pretender lo contrario. Creemos que todo ser humano tiene el derecho a ser desigual, pero igualmente digno e importante».
«Curar la enfermedad de Gran Bretaña con el socialismo es como intentar curar la leucemia con sanguijuelas».
«La gente que pide constantemente la intervención del gobierno está echando la culpa de sus problemas a la sociedad. Y, sabe usted, no hay tal cosa como la sociedad. Hay individuos, hombres y mujeres, y hay familias. Y ningún gobierno puede hacer nada si no es a través de la gente, y la gente primero debe cuidar de sí misma. Es nuestro deber cuidar de nosotros mismos y después, también, cuidar de nuestros vecinos».
«En un sistema de libre comercio y de libre mercado, los países pobres —y la gente pobre— no son pobres porque otros sean ricos. Si los otros fuesen menos ricos, los pobres serían, con toda probabilidad, todavía más pobres».
«Los terroristas deben ser privados del oxígeno de la publicidad del que dependen».