La definición más correcta que encontré para la candidatura de Marcel, es de una Secta.
El tipo se comporta como los típicos profetas chantas que prometen paraísos terrenales y teorías sin ningún sustento.
Sus seguidores son incautos, que por buscar refugio político fuera de los típico sectores de derecha e izquierda tradicional, se cobijan bajo el alero de estos profetas.
Menos mal que en este caso Marcel se hundirá solo, y será muy poco lo que arrastre consigo, salvo un par de sueldos impagos, como es el caso de nuestro gran amigo crucero.
Enviado desde mi iPhone con
Tapatalk