Más allá de cuál es el partido que pierde a estos parlamentarios, diría tratando de ser objetivo que irse después de una derrota electoral es la parte fácil del cuento.
Cuando pretendan construír lo nuevo a partir de lo mismo -ellos mismos-, ponerse de acuerdo y congeniar sus legítimos intereses personales y luego recién pasar a la praxis, ahí sí que estaríamos hablando de que en realidad se trata de una fracción del partido anterior.
Mientras tanto es otro proyecto de proyecto, que han surgido docenas desde el retorno a la democracia.