El camino de las demandas colectivas es un volador de luces pues los procesos pueden durar años. Ejemplos de aquello hay n, la que se emprendió contra el Banco Estado, seis años y sólo se obtuvo que el banco devolviera los dineros cobrados en exceso rechazando la sentencia el pago de reajustes, intereses y gastos por daños. La incoada contra Cencosud recién de cinco años salió la sentencia en primera instancia, falta por tanto mucho camino por recorrer. Hay otras demandas colectivas que trás años han sido desestimadas por la justicia.
El sistema existente permite que las empresas con sus poderosos departamentos legales puedan dar largas a los procesos los que tardan muchos años. Ocurrirá lo mismo con La Polar, pasarán los años, los abogados recurrirán a todas las instancias, las deudas continuarán ganando intereses independientemente de la tasa que se aplique y finalmente la gente se encontrará con deudas superiores a las iniciales. Por tanto, challa, más challas y como decía el desagradable de Lagos, música celestial. Los únicos que ganan son los abogados.
La actuación de Longueira es el viejo sistema de mediatizar los problemas que utilizan los políticos avezados. Lo que hay que hacer es trabajar en serio, cambiar la ley, lo que veo muy difícil dado la colusión existente entre empresarios y parlamentarios, ojo de todos los colores.
Por tanto, no entusiasmarse con actuaciones para la galería, nada pasará, pan y circo.