Los cachuchazos son parte de la vida. Hoy en día está tan en boga la supuesta defensa de los derechos del humano, que un profesor o padre castigando a un alumno/hijo es reprendido, mientras el pequeñín es mimado por todas las organizaciones habidas y por haber.
Así, no nos extrañemos que luego quieran hacer lo que les de la gana, y sino a dejar la escoba, total serán defendidos por alguien.
Cuando nos pillaban tomando en la plaza, también nos daban cachuchazos y uno que otro susto, y por supuesto uno al principio se cagaba de miedo. Pero a mi me tocó ver sacadas de cresta a personas inocentes durante la Dictadura, y ni cerca estaba de los coscorrones que recibíamos. Imaginen entonces la diferencia con la verdadera tortura, esa que no se vió.
Vallejos está tratando de no perder figuración ahora que ya no es la Presidenta, y usar palabras como tortura, dictadura, represión, puta que atraen moscas. Yo personalmente creo que un coscorrón no puede ser comparado con que te pongan corriente en los testículos o en la vagina en caso de las mujeres.
O como unos comunachos de verdad que conozco, que para ellos Piñera era la vuelta a la Dictadura. No.