A mi juicio, más importante si Longueira votó o no, fue lo que dijo después cuando manifestó que lo que sucedió después fue lo mejor. Es decir, interpretando su respuesta, le gustó que Pinochet perdiera. Simplemente paradojal, ha defendido toda su vida la dictadura y ahora sutilmente inicia un proceso de arrepentimiento. Revisen sus palabras posteriores. El resto una larga monserga de su vida en los campamentos, actividad que también realizó Orrego, pájaro que no me gusta, pero quien a diferencia de Longueira que visitaba los campamentos Orrego vivió varios años en uno.
Conclusión de los dichos de Longueira: Rommel es el único facho

de tomo y lomo que, hasta el momento

, muere con las botas puestas. Consecuencia pura que hay que valorar.
Soy contrario al pensamiento de Rommel pero lo reconozco como una persona, hasta ahora, consecuente.
No hubo encerrona y nada parecido. Los periodistas tienen la obligación de ser incisivos pero a la vez tienen la obligación de probar sus dichos. Si lo hacen con los otros candidatos, bien hecho