Conducinos todos...
Cuando presenté en sociedad mi Golf TDI, apareció un Peugeot 505 calamitoso en medio de las fotos... pues bien, ese fue mi primer automóvil, el que me compré a mediados de mayo de este año, como un intento fallido de querer ir reparando y restaurando leeeentamente un auto viejo. Ahora compartiré un poco mi historia con este auto, en qué condiciones estaba y en qué condiciones se fue...
Me dieron el dato que vendían un 505 que andaba y lo vendían en $300.000. Lo fui a ver, vi qué le funcionaba y qué estaba malo. El auto estaba atrasado 2 años pero estaba totalmente transferible. Ofrecí $280.000 a su propietario y lo compré.
En estas condiciones estaba el Peugeot, cuando lo compré.













Como pueden darse cuenta, el interior estaba relativamente aceptable y entero, aunque tenía unas luces faltes verde que se encendían al apretar la luz de freno, así como esos pisos de goma de gusto muy dudoso. El odómetro total "marcaba" aproximadamente 185.000 kilómetros.
¿Qué le funcionaba?
Alzavidrios eléctricos delanteros
Todos los indicadores del tablero estaban buenos
Luces delanteras, traseras e interior
Cierre centralizado (el mismo, trababa la tapa de la bencina)
Radio
Limpiaparabrisas (en una sola velocidad, la continua lenta)
Los asientos regulaban bien, en altura, apoyo lumbar y en deslizamiento
Calefacción y forzador de aire
Caja de cambios en excelente estado (mecánico)
¿Qué estaba malo?
Alzavidrios eléctricos traseros
Techo solar malo y sellado
Aire acondicionado (increíblemente se lo habían anulado)
Freno de mano
Sistema de escape suelto y roto
Amortiguadores delanteros y traseros malos
Alternador
Batería
Arranque (el auto había que hacerlo a andar a la "vela")
Óxido en partes superficiales pero reparables
Los pisos cumas y las luces flaites se fueron a la B



Le cambié la mascarilla que estaba fea y las luces de posición e intermitentes delanteras



En paralelo, mecánicamente se cambió:
Alternador
Batería
Motor de arranque
Apriete del sistema de escape
Sistema de refrigeración
Aceite con filtro
Regulación de frenos
Regulación freno de manos
Estaba yendo de menos a más, con el ánimo de poder arreglar el sistema de escape y cotizando amortiguadores para sacar revisión técnica y ponerlo al día, cuando, a finales de julio de este año, el Peyote comenzó a andar a los tirones y...
se ahogó, para no partir nunca más.

¿Diagnóstico? Carburador malo. A pesar que lo coticé y que el recambio no era tan costoso, finalmente tomé la sana decisión de venderlo, tal como estaba. Si bien había sido "poco" el dinero gastado en él, emocional y mentalmente ya me estaba generando malestares, sumado a otro tipo de situaciones de índole personal que fueron ocurriendo en paralelo.
Cuando lo publiqué a la venta.















Un par de días previo a que lo vendiera, ya con el Golf en mis manos


Se puso a la venta a fines de septiembre y, el 05 de octubre, un joven mecánico con billete en mano lo vio y se lo llevó. Contrariamente a lo que yo creía, hubo mucha gente interesada en el auto con ánimo de repararlo.
El día en que se lo llevaron... tirándolo...







Ahora bien... del poco tiempo que pude tener y usar el auto, puedo señalar lo siguiente:
Lo BuenoConfort de marcha. Uno de los aspectos que siempre me han gustado de los 504 y 505. Aunque éste en particular estaba con los amortiguadores reventados, así y todo su confort de marcha totalmente destacable (que he visto poco en autos modernos, ej: Volvo XC90)
Habitabilidad interior. Asientos cómodos adelante y atrás. Bastante espacioso y no claustrofóbico (consideremos que es un auto del segmento D desarrollado a fines de los 70, para los 80). En mi caso, que mido 1,82 mt. sentarme en cualquiera de los asientos y en cualquier posición, no era problema, incluso en el medio del asiento trasero, donde pasa el túnel de transmisión.
Equipamiento, para la época. Aire acondicionado (anulado en este espécimen en particular), alzavidrios (solo funcionaron los delanteros en el mío), espejos eléctricos (funcionaron), apoyacabezas con ajuste en altura y pivotante en 4 de los 5 asientos, 4 cinturones de seguridad de 3 puntos, neblineros traseros, apoyabrazos central en los asientos traseros, cierre centralizado (que cerraba la tapa de combustible), asientos regulables en altura y apoyo lumbar, que es lo que ahora recuerdo.
Visibilidad, casi sin punto ciegos (el Golf 4 que tengo, tiene visibilidad bastante mejorable).
Maletero.
Estabilidad (aún sin amortiguadores y con tracción trasera) en caminos de ripio, nieve y escarcha.
Calefacción. A pesar que se ve un tarro andante, la calefacción funcionaba muy bien en días de escarcha, incluso el desempañador de luneta trasera.
Valor repuestos. No son caros.
Lo MejorableSelectora de cambios algo larga. Si bien era cómoda y no era gomosa (el Megane 1 que tuvimos en casa sí que lo era), encontraba que los cambios eran muy largos; más largos que los de la Montero Sport o de una Mahindra PikUp (vehículos manuales que tenemos en casa; ambos se usan esporádicamente)
Consumo. Si bien, en condiciones normales y en buen estado, debería haber dado entre 7 a 8 kilómetros por litro (motor 1.971 cm3, XN1 con carburador de doble garganta, longitudinal, varillero y tracción trasera), éste en particular estaba rindiendo.... entre 3 a 4 km/l

Disponibilidad de algunos repuestos. En Coyhaique, inexistentes. En Santiago, existen aún repuestos de motor y componentes mecánicos de 505. Sin embargo, algunos repuestos de carrocería ya están escaseando, como los focos traseros. Debí reparar el que ya tenía en el lado derecho y trasero.
Lo Que Quedó Pendiente... antes de morirReparación de sistema de escape
Cambio de amortiguadores y arreglos en sistema de suspensión
Regularizar los papeles
Cambio de carburador
Cambio focos delanteros y traseros
Instalación molduras laterales derecha (las conseguí de otro 505 chocado en Coyhaique)
Cambio piola de velocímetro (murió 1 día antes de morir el auto)
Mantención más profunda al motor
Chapa y pintura; cambio parachoques delantero y trasero
Cambiar radio
Tapiz asientos
Esta es la historia de mi primer auto... del proyecto que pudo haber sido, pero que no fue. Los aprendizajes fueron muchísimo y no descarto en el futuro adjudicarme otro 505 o 504 (sin olvidarme del Opala), pero que sea mucho mejor base para reparar (de esos que se ven impecables, pero que igual hay que ir manteniendo).
Ah, y la guinda de la torta... el muchacho quien me lo compró le revisó el aceite y... mezclaba agua con aceite

me comentó que la culata había estado dañada (cuando me comentó lo de la culata, no fue para devolver el auto sino que yo le facilite los contactos de venta de repuestos).
Saludos,
P504Opala-Sevel