Hoy les traigo otra reseña de la Kia Sportage.
Video --->
https://youtu.be/X3NoqCfsnkkHace un tiempo ya la había probado en su versión diésel de entrada, pero ahora tuve la oportunidad de probar la versión full con motor bencinero turbo, y las cifras van así:
Este modelo cuenta con un motor de 1.6 litros turbo, que genera 177 HP y 264 Nm. Comparándolo con la versión de gasolina 2.0, tenemos 23 HP y 72 Nm más. Sin embargo, frente al 2.0 diésel, pierde por 6 HP y 153 Nm. La gran ventaja del 1.6 turbo es que entrega su torque máximo a las 1.500 RPM, lo cual es una cifra óptima considerando que el 2.0 bencinero lo hace recién a las 4.000 RPM, mientras que el diésel lo entrega a las 2.000 RPM.
Otra mejora notable de esta versión frente al bencinero 2.0 es su transmisión. El 2.0 bencinero equipa una caja automática o manual, siempre de 6 velocidades. En el caso de la automática, no logré confirmar si es CVT, convertidor de par o doble embrague. Por su parte, el 1.6T utiliza exclusivamente una transmisión automática de 7 velocidades y doble embrague, que hasta ahora es la mejor caja que he probado en un Kia. Saca el máximo provecho al torque y siempre selecciona la marcha correcta a bajas velocidades. Si tuviera que buscarle un defecto, no es tan rápida al hacer los cambios como una doble embrague del grupo VW, pero tampoco lo necesita, ya que no es un vehículo con aspiraciones deportivas.
En cuanto a equipamiento, está más que acorde. En el apartado de ADAS, encontramos:
Sensor de punto ciego con intervención.
Control crucero adaptativo con mantenimiento de carril.
Frenado autónomo de emergencia, incluso en curvas.
En confort y tecnología, incluye:
Sonido firmado por Harman Kardon (recomendado ver el video en el minuto 12:37 con audífonos).
Asientos calefactados y ventilados.
Volante calefactado.
Cámara de 360 grados.
¿El punto negativo? Su precio: $36.088.319 con bonos incluidos. Al menos, diría que está bien balanceado como producto y casi completo en cualquier apartado.
