Yo sé que los camiones trean dos bocinas, una eléctrica que es algo chillona y la otra de aire, tipo trasatlántico, suenan más fuerte que... pucha que suenen fuerte.
La bocina que me gustaba, o más bien, lo único que me gustaba del Fiat Uno 1990, era la bocina, sonaba fuerte, cómo de vehículo grande y poderoso.
Tambien me carga la gente que usa la bocina porque si y porque no, pero así como manejan acá en Santiago, es muy necesaria la bocina.