Acá en la casa, de todos los vehículos de uso familiar, solo el último fue comprado nuevo. El resto, fueron usados, ya que era el modelo que le gustaba a mis padres y por un tema de precio, les alcanzaba para vehículos usados (en el caso de las dos Monteros 1992 que hubo en casa).
Caso contrario ocurría con las camionetas de trabajo de mi papá, que se compraban nuevas, excepto la última, que fue la Dakar, que fue una oportunidad de comprarla a muy buen precio con dos años de uso (había que renovar la LUV).
Todo va a depender de las necesidades que uno tenga, y del dinero del que disponga en el momento, así como del modelo en cuestión.