Mi experiencia con Julio Infante:
Hace 2 años dejé un auto para la venta un viernes, el lunes siguiente lo fui a buscar pues encontré comprador por mi cuenta. Julio Infante me lo entrega y me quiso cobrar 45 lucas por detailing, que aún no le habían hecho, ni tampoco era necesario, así que nones. Ni se disculpó por intentar el cobro.
Salgo de la automotora y al mirar el cuenta kilómetros me doy cuenta que el auto tenía 300 kilómetros más, incluso lo verifiqué también en el papel de recepción en que se había registrado el kilometraje con el que lo dejé.
Me devuelvo a pedirle muy educadamente explicaciones y me dice que es error mío, con cara de "estás loco", que el auto tiene el mismo kilometraje con el que lo dejé. Le muestro el papel y me dice "mi empleado se debe haber equivocado el registrarlo".
Le digo "mira, el auto lo dejé sin nada adentro y en mi puerta hay una botella de bebida" me responde, "te insisto, estás equivocado".
Me voy y me llama a mi celular a los dos minutos y me dice "hablé con mis empleados y en realidad les tengo dada la instrucción que cuando hay muchos autos elijan uno y se lo lleven para sus casas".
Así, cara de raja.
Y agrega "pero no te preocupes, el tuyo se lo llevó un empleado que vive a sólo 30 kilómetros de acá".
Llego a mi casa y me doy cuenta que había botellas de medio litro de bebida en todas las puertas del auto.
Conclusión obvia, los 300 kilómetros más eran reales y su trabajador lo más probable es que usó mi auto todo el fin de semana para ir a carretear a la playa con su familia o amigos.
Nunca más Julio Infante.