Saludos, Conducinos!
Quiero contarles que con mi polola nos vinimos unos días a Lima para celebrar nuestro aniversario, comer rico y conocer algunos lugares de interés....y bueno, arrendamos un autito para no depender del transporte público.
Yo siempre he pensado que en Santiago la gente es repoco empática en la ciudad, poco previsores a la hora de tomar decisiones y agresiva al conducir.
Amigos, a todos los que viven en Santiago, les quiero extender mis felicitaciones, porque son unos caballeros al volante. Unos señores con todas sus letras. Aweonaos hay en todos lados, pero el más imbécil de Santiago es un Sir aquí.
Lima es un desastre, es una selva sin reglas donde todos hacen lo que se les para la raj...
No conocen los espejos, los intermitentes, los carriles, no entienden que los que están circulando en una rotonda tienen prioridad sobre los que ingresan, los peatones son unos suicidas y no vi a nadie respetar la prioridad que tienen en las esquinas.
Los microbuseros son unos matones, son lo peor. Los camioneros anda por ahí.
Lo más simple lo convierten en un caos, el sólo hecho de doblar en una esquina es un parto, nunca he podido doblar una esquina de forma fluida si vengo atrás de otro vehículo, se forma atochamientos en cada put* esquina.
Me cuesta mucho entender que no exista ningún tipo de educación vial, nada, cero...la bocina es el único aliado que tienes.
Es por mucho el peor lugar en el que manejé. Lo más lamentable es que el transporte público, a simple vista, es mucho peor que someterse al horrible caos que es conducir en Lima.
Los taxis son una soberana mierda, todos abollados, del año de la pera, los conductores están todos locos.
Si quieren conocer Lima, lamentablemente tengo que decirles que traten de arrendar un auto, ponerle mucha atención a todo, tener 20 ojos en la cabeza y tener muchísima paciencia.
Se come muy rico, hay lugares preciosos, pero moverse en la ciudad es un parto.
He visto cosas insólitas:
Un viejo que se armó una chopper con un carro adelante que se paró a echarle bencina en la mitad de la calle.
Un piño de conductores pasándose un semáforo en rojo frente a un policía en moto.
Conductores que se meten en diagonal en las rotondas, desde el carril más interno hacia una salida sin reparar en nada.
En fin, todo lo que se puede hacer mal, acá es la normalidad.
Querido diario ...